Makoro Hirata, uno de los miembros de la secta Verdad Suprema, organización culpable de uno de los peores atentados en Japón donde murieron 6 personas y dejó más de 13 mil intoxicados, en 1995, se entregó este fin de semana a las autoridades policíacas niponas.
Hirata, es culpable de esparcir gas sarín — junto con otros cuatro miembros de la secta— en el metro de Tokio. En combinación con sus cómplices perforaron con paraguas varios paquetes de sarín colocados en cinco trenes del metro de Tokio, la mañana del 20 de marzo de 1995, en la hora de mayor afluencia.
Cansado de la persecución luego de siete años, Hirata se entregó en una comisaría de Marunochi, donde también presentó una mochila repleta de miles de yenes. Aún no son localizados dos sospechosos de participar en el ataque al metro: Naoko Kikuchi y Katsuya Takahashi.

