A la derecha de Dios Todopoderoso

Guadalupe Loaeza

Este martes 27 de diciembre, Ana Botella, esposa del ex presidente del gobierno español José María Aznar, fue nombrada alcaldesa de Madrid en reemplazo del mandatario local electo, Alberto Ruiz-Gallardón, quien renunció a su cargo para ocupar el Ministerio de Justicia en el gabinete de Mariano Rajoy. Por esto me permito retomar un texto sobre Aznar.

Chaparrito como es, pero muy chaparrito como les decimos en México a los chaparros, es decir, a las personas de muy baja estatura, el “führercito del bigotico”, como lo llama reiteradamente Fidel Castro, dijo con su voz casi inaudible por su incapacidad de gesticular, frente al micrófono: “(México) tiene por delante una cita crucial…”, es decir, debería elegir entre “una garantía, como es Felipe Calderón y como es el PAN, y la incertidumbre”, así como deberá elegir entre “la estabilidad y la aventura; entre la seriedad política y la demagogia”. ¡Qué oportunas, qué diplomáticas y qué atinadas sonaban estas palabras del invitado estrella de los panistas! ¡Qué buena idea tuvieron los blanquiazules de invitarlo a su foro intitulado “La fuerza de las ideas y el futuro de América”. Las reflexiones del ex jefe del gobierno español José María Aznar les llegaban hasta el fondo de su corazón.

Claro, el que habla es un chaparrito de súper derecha. Todo él es de derecha, todas las ramas de su árbol genealógico están a la derecha. Su abuelo, Manuel Aznar Zubigaray, prestigiado diplomático e intelectual, estuvo al servicio del régimen de Francisco Franco. Su padre, Manuel Aznar Acedo, participó en la guerra civil como oficial del Ejército nacional encargado de tareas de radiodifusión y propaganda. Su esposa también es de derecha. Para ubicarla mejor leamos lo que se escribiera a propósito de ella en el diario El País, del 12 de enero del 2003: “Ana Botella, como vecina, sería una de esas señoras que deja el ascensor perfumado cuando va los domingos con el marido a misa de doce y si te cruzas con ella te pregunta amablemente por las oposiciones de tu hijo a notarías o qué tal ha quedado la abuela después de la operación de cadera y al salir de la iglesia se quita el velo, abre el bolso de cocodrilo para remediar a un lisiado en la escalinata y después compra pasteles. Dios ama a esa derecha que huele a Dior y no duda de su bondad. Se trata de un Dios básico, el de Ana Botella, absolutamente politizado, según las Sagradas Escrituras del registro de la propiedad, que están en el tercer cajón del armario ropero bajo un mantón de Manila”. Igualmente los hijos de Aznar, egresados de colegios del Opus, son de derecha, sus amigos son de derecha y lo más probable es que él se siente a la derecha de Dios Todopoderoso.

En 1977 se casó con Ana Botella, quien por cierto también estudió derecho, y que dice no al aborto, no a las cuotas de participación femenina y no a la equiparación de las parejas de hecho. Los que conocen a Aznar dicen que el chaparrito es muy buen amigo de sus amigos. Cuando, durante su gobierno, las empresas todavía no habían completado su privatización, concedió las presidencias a personas de larga amistad.

Pero llegó el día fatal, el día que le mostraría a Aznar sus errores, su soberbia, pero sobre todo su ceguera política. Llegó el jueves 11 de marzo del 2004, tres días antes de la cita con las urnas, España se despertó con una terrible noticia: la muerte de 191 pasajeros y mil 460 personas heridas por los estallidos ocurridos, con escasos minutos de diferencia entre sí ¾entre las 7:39 y las 7:42 horas de la mañana¾, en las estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia, al sur y el este de Madrid. Había explotado una decena de bombas camufladas en cuatro trenes. No, no se trataba de ETA, como argumentaba el chaparrito, era la respuesta que les mandaba Al Qaeda a los españoles por haber apoyado a Bush.

PD. Como buen chaparro casó a su hija en el monasterio de El Escorial, con lujos napoleónicos. Allí estuvieron reyes, presidentes de Estado, gobierno, ministros, banqueros, empresarios y toda la farándula de España.