París.- Nicolas Sarkozy habló a los franceses, el último domingo de enero diciendo: “Hoy, soy el jefe de Estado, con la responsabilidad de 5 años…”, y la razón de esa declaración, es la campaña a la elección presidencial que los otros candidatos ya empezaron y lo espolean a declararse y presentar su programa; el Presidente considerado sobre todo un estratega, supo mantener a millones de franceses pegados a la televisión esperando oír un “no” o un “sí”, pero nada obtuvimos, sólo una hora de preguntas hechas por periodistas comprometidos, sí, pero con su sueldo!
Y ya que al fin y al cabo el viernes 13, Sarkozy diría cuando Francia perdió la AAA: “no son ni los mercados ni las agencias los que harán la política de Francia”, cierto, pero hoy a 3 meses de terminar su mandato, Nicolas Sarkozy está apurando los cambios que no hizo en 5 años, durante los cuales encontró el tiempo para divorciarse, enamorarse, casarse y hacer una niña!, claro que ni eso, ni el triple A son la primera preocupación de cada francés, pero el AA+ de ahora, sí contribuye a un clima de inquietud y pesimismo del futuro del país e influye sobre la credibilidad de Sarkozy, ya que para la izquierda el Presidente es el responsable.
He aquí los responsables: la ley TEPA del 2007, Ley en favor del Trabajo, el Empleo y el Poder Adquisitivo, que tenía entre sus objetivos crear un régimen fiscal que frenara la salida de capitales y grandes fortunas; en total, la ley TEPA efectiva a partir del 2008 representó una pérdida de casi 10 mil millones de euros al año, según las estimaciones del Magistrado General del Presupuesto a la Asamblea Nacional, Gilles Carrez. A esa ley, se añaden las recientes modificaciones de impuestos: reforma del impuesto profesional y reducción del IVA en la restauración. En el 2011, hubo 11 mil millones de euros de impuestos fiscales menos.
Otro responsable fue la reforma del “escudo fiscal”, hoy suspendida, la que generó 2 mil millones de euros de déficit. Otra medida de justificación política fue “trabajar más para ganar más” con exoneración de horas suplementarias y una pérdida de 5 mil millones anuales. El Presidente Sarkozy y la entonces Ministra de Economía, Finanzas y Empleo Christine Lagarde (hoy en el FMI), esperaban que esas medidas crearían un choque de confianza, pero el resultado fue contrario: alimentó un sentimiento de injusticia fiscal, y son responsables del estado actual de la deuda. También los compromisos de Francia (15 mil millones de euros) garantía otorgada en apoyo al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para que preste a los países en crisis, esos compromisos se contabilizan en la deuda pública.
La deuda neta de Francia es de 968 mil millones de euros, que equivale al 61 por ciento de su riqueza producida durante el 2009, a principios del 2010, gracias a una deuda privada moderada, estaba en una situación menos delicada que los Estados Unidos cuyo endeudamiento total ascendería al 350 por ciento del PIB. Pero si la deuda francesa es inferior al conjunto de los activos franceses, la imagen de Nicolas Sarkozy para la campaña presidencial no se beneficia de ese brillo.