París.- En Francia, en Europa y en otras partes del mundo, el domingo 12 de febrero fue interminable. Ni en la isla de Ítaca en Grecia en donde pacientemente Penélope esperó a Ulises, ni ahí el pueblo griego fue capaz de calmar su inquietud por el voto nocturno en favor del “plan de rescate de Grecia”, ya que cerca de 80 mil personas (según la policía) se manifestaban en Atenas y en Salónica provocando incendios y decenas de heridos.
Los 199 diputados griegos (sobre 278 presentes de un total de 300) en favor del Plan de austeridad de 3.3 mil millones de euros que exige: Reducción del 22 por ciento del salario mínimo, que pasa a 586 euros bruto, (9 mil 868 pesos) sobre catorce meses, en el marco de un reajuste general del mercado laboral; congelación y/o nuevos recortes para algunas jubilaciones hasta el 2015; recortes durante el año a los salarios de los funcionarios, supresión, incluso en la enseñanza, de 15 mil empleos públicos, reducción del presupuesto de la seguridad social y el ejército, así como la privatización de cuatro empresas de Estado; esas medidas se suman a las que entraron en vigor hace meses.
La cura de austeridad radical, es la condición para liberar el segundo plan de ayuda de 130 mil millones de euros, de los cuales 14.5 mil millones de euros son para las obligaciones de la deuda que expiran el 20 de marzo.
El Banco Central Europeo (BCE), la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acoplan el plan de ayuda a una reducción de la deuda pública de 100 mil millones (sobre más de 350 mil millones).
La reunión parlamentaria había sido un fracaso para la coalición gubernamental en el poder, conservadores y socialistas, la que debía estar respaldada por 236 diputados, y una parte de los miembros del Pasok y el Laos, que también se oponen al plan de rigor, junto con 2 ministros socialistas, que podrían ser excluidos de su partido y 4 de extrema derecha, salieron antes de la “aprobación unánime”.
Pero finalmente Mario Draghi, Presidente de la Banca Central Europea, declaró que el Primer Ministro Lucas Papademos, le informó que: “los principales partidos habían encontrado y aprobado un acuerdo”, Draghi garantizó que el rompecabezas de la crisis de la zona euro esta perfectamente bajo control y que las piezas encontraran su lugar; todo esto exactamente antes de la apertura de Wall Street, donde el euro subió y los tipos de interés italiano y español cedieron, para caer respectivamente a 5.48 por ciento y 5.27 por ciento.
Elegir la falta de pago, habría empujado a Grecia en un caos económico y una erupción social ya que el Estado sería incapaz de pagar salarios, pensiones y mantener los servicios básicos como hospitales y escuelas, esta situación los habría llevado ineluctablemente a salir de la zona euro.
Europa, otra vez gana tiempo a la crisis del euro, por lo que algunos presagian el final de un ciclo de dos años de remedios milagrosos, de falsas soluciones, de obstinación ideológica, que podría acabar en una crisis social europea.