París.- En junio del 2010 Angela Merkel, aplaudía con sinsabor el triunfo de Christian Wulff, candidato de la coalición (centro/derecha). Wulff, considerado un conservador, católico, moderno, sin excesos, obtenía el titulo de presidente de la República Federal de Alemania, un papel esencialmente protocolario. De esta manera se convertía en el presidente más joven de Alemania, después de 3 vueltas de votos de los grandes electores, la elección más larga de la historia de Alemania, siendo esa una señal de fragilidad del gobierno de Merkel, ya que Wulff de 52 años, pública y políticamente era un derrotado ganador frente al gran favorito de la izquierda Joachim Gauck de 72 años, militante de los derechos del hombre en la antigua RDA.
En 2010 la Canciller Merkel no se imaginaba que la dificultad con la que Wulff llegó, era la advertencia de una presidencia de tan sólo 19 meses, la que además aumentó la discordia entre conservadores y liberales frente a los problemas de ayuda a Grecia, plan de apoyo del euro, política presupuestaria, fiscal o de salud.
Wulff no vivió un mandato tranquilo ya que en septiembre del 2010, la Bundestag anunció el inicio de una investigación en su contra por abusos de bienes sociales, cometidos durante las campañas electorales regionales, con un perjuicio estimado en 400 mil euros.
Asimismo a fines del 2011, se discutían sus vínculos con Egon Geerkens, un hombre de negocios de Baja Sajonia (Niedersachsen) un estado de Alemania, ya que en febrero del 2010, el entonces Ministro Wulff, aseguró delante del Parlamento no tener ningún vínculo con Egon, cuando la esposa de Geerkens había favorecido a Wulff y a su esposa con un préstamo de 500 mil euros. Wulff poco después de haber respondido a los diputados regionales, reemplazó ese préstamo privado por un préstamo bancario clásico.
Este asunto lo atrapó de nuevo a principios del 2012, cuando el diario Bild afirmó que el Jefe de Estado entró en contacto con Friede Springer accionista mayoritario y Axel Springer Verlag, presidente del comité de dirección de la sociedad así como su redactor principal, para que impidieran al diario publicar sus informaciones, mientras que, según Die Welt otro diario propiedad de Springer, también convocó a uno de sus periodistas al Castillo de Bellevue, su residencia oficial.
Así el Ministerio Público de Hanover, el 17 de febrero pidió a la Bundestag levantar la inmunidad parlamentaria de Christian Wulff al presentar suficientes elementos de sospechas en su contra por el préstamo acordado con intereses favorables para la compra de su residencia.
Después de su dimisión y no obstante que Wulff reconoció haber “cometido faltas”, continúa proclamando su inocencia frente a la justicia, mientras que los alemanes pedían que se fuera a arreglar sus asuntos personales.
Y Angela Merkel con Uniones Cristianas (CDU/CSU), su aliado liberal (FDP), el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes se pusieron de acuerdo para que Joachim Gauck, sea elegido el 18 de marzo como nuevo presidente de Alemania. Esta vez Merkel pasó por encima de sus intereses políticos.