Merced a la nanotecnología
René Anaya
Las personas con ciertas enfermedades crónicas seguramente se beneficiarán de los avances de la tecnología médica, pues podrán liberarse de dos grandes molestias cotidianas: estar al pendiente del reloj para tomar su medicamento y sufrir diariamente la inyección de sus medicinas.
Si los primeros ensayos sobre una novedosa farmacia portátil logran concretarse en los próximos años, se logrará una gran revolución en la forma de administrar los medicamentos y, probablemente, se reducirán los efectos secundarios de muchas medicinas, ya que se podrá controlar y regular la dosis adecuada para cada paciente.
La silenciosa tortura diaria
Quienes no dependen de un medicamento para llevar una vida saludable o libre de ciertas molestias, no pueden comprender que la hora de la medicina es una fina tortura para millones de pacientes con enfermedades crónicas, como la osteoporosis, la esclerosis múltiple, ciertos tipos de cánceres y dolor crónico.
Las personas con esas enfermedades, probablemente podrán recibir sus medicamentos potentes y que tienen dosis prácticamente constantes, de manera subcutánea, gracias a un dispositivo ensayado por una empresa productora de microchips.
La mala noticia es que otros enfermos crónicos, como diabéticos e hipertensos, no podrán usar esos dispositivos porque sus medicamentos deben administrarse diariamente con una dosis variable, según sus necesidades, por lo que no se podrá reprogramar la liberación de la medicina de una manera efectiva. Sin embargo, es probable que esta nanotecnología abra el camino para su utilización futura en esos y otros padecimientos.
Por lo pronto, un grupo de científicos y nanotecnólogos estadounidenses publicó en la revista Science Translational Medicine el resultado de sus investigaciones con un dispositivo que se implanta en el cuerpo. Michael Cima, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingles), vicepresidente de la empresa MicroCHIPS Inc. y coautor del estudio, resumió este logro: “Es la primera vez que un implante electrónico se utiliza para liberar fármacos en seres humanos”.
Efectivamente, este trabajo que contó con la colaboración de investigadores del MIT y de MicroCHIPS Inc., marca un hito en la investigación farmacológica, ya que fue posible administrar un medicamento por medio de un microchip implantado bajo la piel, de forma experimental.
La teriparatida (fragmento activo de la hormona paratiroidea), se administró bajo control a siete mujeres danesas con osteoporosis, la cuales requerían de dosis diarias de esta sustancia para incrementar la densidad mineral de sus huesos y prevenir la presentación de fracturas.
Una farmacia en un chip
Se trata de un microchip liberador de fármacos, del tamaño de una uña, que se programa de forma inalámbrica para liberar medicamentos dentro del organismo al emitir una señal. Consta de compartimentos donde se almacenan las dosis de medicina, en este caso de teriparatida; cada compartimento está cubierto con una membrana delgada de platino y titanio.
Cuando el microprocesador emite la corriente, la membrana de platino y titanio se funde en unos 25 microsegundos. “La medicina pasa a los vasos capilares que rodean el dispositivo y así entra en el torrente sanguíneo”, ha explicado Michael Cima.
El dispositivo en el que se incluye el microchip tiene un tamaño de 5.4 centímetros de alto por 3.1 centímetros de ancho y 1.1 centímetros de grosor, estas medidas son muy semejantes a las que tienen los marcapasos, que diariamente se implantan en todo el mundo, por lo que esa técnica no representa ninguna dificultad.
Lo que no es posible, por el momento, es su empleo en todos los pacientes crónicos. Según los investigadores, los pacientes que se beneficiarán con la implantación de esta farmacia en un chip serán los que requieren de fármacos muy potentes, como quienes padecen de esclerosis múltiple, ya que requieren de inyecciones de interferón cada 48 horas.
“Otro requisito necesario es que los medicamentos usados sean eficaces en dosis muy bajas y que su administración por vía oral no resulte conveniente, como en el caso de la teriparatida, que corre el riesgo de degradarse”, ha advertido Carmen Álvarez, experta en diseño de sistemas de liberación controlada de medicamentos de la Universidad de Santiago de Compostela, España.
Los autores del estudio consideran que todavía deben mejorar el control de calidad del circuito impreso del chip, aumentar la cantidad de dosis alojadas en el dispositivo y realizar nuevos estudios de seguridad con grupos de pacientes durante un año, para pensar posteriormente en la comercialización de la farmacia en un chip, que podría ser dentro de un lustro.
Entre tanto, se ve más cercano el día en que millones de pacientes en el mundo puedan liberarse de la hora de la medicina y dejar de sufrir las molestias de las inyecciones diarias. Y este es solo uno más de los beneficios que trae consigo la nanotecnología, tan temida por algunos.
reneanayas@yahoo.com.mx
