Habría ocurrido en Europa hace unos 48 mil años
René Anaya
Durante muchos años, los neandertales (Homo neanderthalensis) han intrigado a los paleoantropólogos, pues se trata de una especie de homínidos (primates bípedos y grandes simios) que tenía un cerebro grande, dominaba el fuego, enterraba a sus muertos, fabricaba herramientas y tenía una cultura notable, pero hace 30 mil años desapareció.
En un principio, se consideró a los neandertales una especie poco evolucionada, inclusive su nombre se utilizó de manera peyorativa para calificar a aquellos individuos poco educados o que daban muestras de torpeza en algunas áreas intelectuales. La mala fama se debió principalmente a su aspecto físico.
La desaparición de una cultura
Esta especie, que vivió en Europa y en parte de Asia occidental hace entre 230 mil años y 28 mil años, tenía baja estatura y complexión robusta: pelvis ancha, extremidades cortas y tórax amplio; los arcos de las cejas resaltados, nariz amplia, frente baja e inclinada y mandíbula sin mentón. Su cerebro era igual o más grande que el de los hombres modernos.
De estos homínidos, que tenían características muy semejantes a las nuestras, no se supo de su existencia sino hasta mediados del siglo XIX, en 1856, cuando se encontraron en el valle de Neander, cerca de Düsseldorf, Alemania, restos fósiles de un individuo con la conformación ósea descrita, por lo que se le llamó neandertal.
Los posteriores estudios de estos fósiles determinaron que se trataba de una especie diferente a la del Homo sapiens, pero que evolucionó de una manera semejante al hombre moderno en muchos aspectos. Ahora se conoce que utilizaba herramientas para capturar a sus presas, que comía vegetales cocidos, por lo que dominaba el fuego, tenía una cultura y probablemente también un lenguaje elemental, pues la ubicación de la laringe un poco más arriba que la nuestra podía servirle para articular una fonética limitada.
Aparentemente llegó a convivir con el ser humano, pero no se cuenta con pruebas suficientes para afirmar que hubo el primer mestizaje étnico, aunque se conoce que compartimos con esa especie entre el uno y el cuatro por ciento del ácido desoxirribonucleico (ADN). Por causas no del todo aclaradas, hace unos 28 mil años esa especie se extinguió, lo que permitió que el Homo sapiens se convirtiera en el único homínido capaz de desarrollar una civilización.
La extinción de los neandertales ha sido motivo de numerosas hipótesis, la más aceptada hasta hace poco tiempo era la que consideraba que la llegada del hombre moderno a Europa, procedente de Africa, fue el principal factor que causó la desaparición de los neandertales, ya sea porque el Homo sapiens superó al neandertal en la competición por los alimentos o porque directamente lo exterminó. Sin embargo, parece que la ciencia absolverá al ser humano.
La culpa es del clima
Recientes investigaciones indican que la extinción de los neandertales no fue el primer genocidio cometido por el Homo sapiens, como se llegó a suponer, sino que fue causado por el cambio climático que se vivió en Europa hace cerca de 50 mil años.
Investigadores del Museo Sueco de Historia Natural, de la Universidad de Uppsala, Suecia y del Centro de Evolución y Comportamiento Humano, del Instituto de Salud Carlos II, de España, estudiaron el ADN de fósiles de 13 neandertales, que tienen una antigüedad entre 100 mil y 35 mil años.
Se encontró que los fósiles con más de 48 mil años tenían una mayor variabilidad genética que los que procedían de neandertales de menos de 48 mil años de antigüedad. Este hecho coincide con la última edad del hielo, que produjo una reducción de la población de neandertales.
Los investigadores, que publicaron sus resultados en la revista Molecular Biology and Evolution, plantearon que los sobrevivientes volvieron a poblar Europa, pero su variabilidad genética fue menor, lo que pudo tener como consecuencia la acumulación de defectos genéticos, así como menos variantes genéticas que disminuyeron la posibilidad de adaptarse a situaciones cambiantes, como los periodos breves de temperaturas muy frías que caracterizaron a esa época. Ahora se sabe que cuando disminuye la variabilidad genética en comunidades aisladas, ya sea de seres humanos o de otras especies, se produce la merma o extinción de la población.
“El hecho de que los neandertales de Europa casi se extinguieran para luego recuperarse, y que todo eso sucediera mucho antes de que tuvieran contacto con los humanos modernos fue una sorpresa completa para nosotros, ya que indica que los neandertales pudieron ser más sensibles a los dramáticos cambios climáticos que ocurrieron durante la última edad del hielo, de lo que se pensó previamente”, refirió Love Dalen, uno de los autores de la investigación.
De corroborarse estos datos con el estudio de otros fósiles, se empezaría a desvelar el misterio de la extinción de los neandertales y, lo más importante, se absolvería a la especie humana de haber causado la extinción de la especie más cercana a nosotros.
reneanayas@yahoo.com.mx
