Entrevista a Tania Hernández/Investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia
Nora Rodríguez Aceves
Con problemas estructurales tanto en términos de reglas como en términos de estructura territorial, Acción Nacional está teniendo serios problemas para procesar los conflictos internos, para procesar la disputa por el poder entre las fracciones, para procesar la supremacía de los liderazgos versus la institución; con una dirigencia nacional, de Gustavo Madero, muy deslucida, muy débil, con un apoyo en muy bajo perfil de la dirigencia del partido hacia su candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, sumado a un perfil de una candidata a la presidencia de la república muy poco lucida y muy poco contundente en sus propuesta, muy poco arriesgada, el PAN tiene un camino muy difícil para el 2012, asegura Tania Hernández Vicencio, profesora investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además, “está toda la situación del desgaste que ya han tenido en 12 años de alternancia, la evaluación que puede hacer cualquier ciudadano común que no tiene trabajo, que ve los niveles de violencia en los que se vive, que ve los niveles de corrupción, las denuncias diarias y una candidata muy poco arriesgada; el perfil de Josefina de alguna manera es el perfil claro del panismo de hoy, un panismo muy conservador en el terreno de lo social y de lo político y mucho más arriesgado en la cuestión económica que, sin embargo, no favorece los bolsillos del ciudadano común”.
“Hay toda una imagen en donde es una candidata que está con sus apoyos naturales, empresarios medios y pequeños, algunos grandes empresarios, porque están metidos en las luchas de intereses en ciertos sectores de la economía, los grupos conservadores de la sociedad, el clero. El otro día ella declaraba por qué se cuestionaba a los jerarcas de la Iglesia por opinar sobre el proceso electoral si tienen derecho en un marco de pluralidad política, etc.; cualquiera diría, desde el punto de vista de la tradición laica del Estado mexicano, que es inconcebible que un candidato ¾así sea de un partido de derecha que se quiera posicionar como una derecha moderna¾ pueda estar reivindicando luchas que en este país parecieran haber estado sanadas desde hace años”.
Por lo tanto, “su perfil es bajo, está tratando de mantener el capital político que ha logrado el PAN en estos 12 años, y no veo que sume; la veo muy estancada e, insisto, si a eso le agregamos el asunto de la falta de contundencia en el apoyo de la dirigencia nacional y los problemas a nivel de partido, a nivel de institución, es un escenario bastante difícil”.
Especialista en temas de partidos políticos, procesos electorales, PAN, elites políticas y alternancia política, Hernández Vicencio explica a Siempre! que la crisis por la que atraviesa el partido en el gobierno federal en estos momentos tiene que ver con una serie de situaciones relacionadas con “serios problemas estructurales que tiene el partido y que no son de ahora, vienen de tiempo atrás, recuerdo por ejemplo las elecciones intermedias de 2003, cuando ya una de las quejas era la designación como uno de los métodos de elección de candidatos, y en ese sentido lo que ha pasado es únicamente una profundización de esos conflictos que se dieron justo cuando el PAN llega al gobierno federal”.
“El partido está teniendo problemas para captar nuevos simpatizantes, nuevas perspectivas de apoyo ciudadano que no tengan que ver con sus apoyos naturales de clase media urbana educada. Hay estados muy emblemáticos, como Tabasco, Oaxaca, una parte importante de Puebla, Veracruz, Chiapas, en los que está teniendo problemas aunque tenga triunfos locales”.
Problemas estructurales
En este sentido, “uno de los primeros puntos a resaltar son los problemas estructurales del partido que surgen de manera muy clara cuando gana la Presidencia de la República en el año 2000, y que el PAN no ha entrado a hacer modificaciones sustanciales tanto en términos de sus normas como en términos de su estructura organizacional para avanzar hacia otro tipo de prácticas del partido”.
Otro elemento de gran importancia que señala desde su análisis la investigadora del INAH es “la reproducción de una serie de prácticas viciadas que el panismo critico de hace mucho tiempo y que básicamente fueron un elemento importante para aumentar su capital político durante los años ochenta: el autoritarismo, el clientelismo, la compra de votos, el padrón inflado, cosas que criticó al PRI y que está reeditando, y que no sólo tienen que ver con una cultura política nacional sino lo que está mostrando es que el PAN no ha encontrado una fórmula propia para establecer otro tipo de mecanismos de vinculación con la sociedad que no tengan que echar mano de las viejas prácticas”.
Doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de la Frontera Norte, Hernández Vicencio continúa con su exposición y apunta que “la otra cuestión es un problema del desgaste que han tenido en el ejercicio de gobierno y que tiene que ver, precisamente, con desatar una serie de demonios en el interior del PAN que es la disputa natural por el poder, finalmente es una organización social y lo que estamos presenciando es la construcción de fracciones en su interior que se están volviendo grupos. Cuando el PAN hacía todo un discurso importante, novedoso, sobre lo que era ser un partido de ciudadanos, eso le funcionó muy bien en la oposición, pero lo que ha quedado demostrado es que el ejercicio del poder, el ejercicio del gobierno, ha llevado a la formación de grupos y Acción Nacional ni siquiera estatutariamente quiere reconocerlos”.
Recuerda que “en la última reforma de los estatutos quedó muy claro que no se podía reconocer la existencia de grupos no sólo por la historia del partido sino porque no están en posibilidades de aceptar esta transformación interna que les ha venido sucediendo de manera muy acelerada en lo que llevan ejerciendo el gobierno federal”.
Sin embargo, “muchas de estas cosas que estamos platicando ya las veíamos desde las regiones, esto pasó en Baja California desde que Ernesto Ruffo llegó al PAN, pasó en Guanajuato, pasó en Jalisco, entonces el PAN ha sido incapaz de leer muchas de las lecciones que ya les daba la alternancia en varios estados y no se ha aplicado tanto a una reforma en términos de normas y de prácticas. Si uno revisa los cambios de estatutos siempre resultan ser un parche a la hora de, qué es lo que se va a procesar, si viene una elección intermedia se harán ajustes en términos de las elecciones para diputados, etc., si viene la presidencial es mucho más peleada la reforma a los estatutos, pero fuera de eso no está siendo claro qué es lo que el partido quiere como institución política para los próximos años; no han incorporado la experiencia que ya tenían como partido gobernante, digamos, encabezando la alternancia en México”.
El padrón, tarea pendiente
Siendo así, “como partido político tiene una gran tarea pendiente que no parece que vaya a resolver de aquí al 2012. El caso de los padrones es el más emblemático, por ejemplo, la discusión que hubo cuando la elección interna de Felipe Calderón para candidato a la Presidencia de la República; fue muy claro cómo el padrón estaba mal armado, había militantes que no existían, había militantes de los que no se tenía la referencia de su teléfono, su dirección, etc. y lo que se vio fue que el triunfo de Calderón como candidato presidencial se lo dieron los militantes de toda la vida, los militantes activos, esas viejas familias que son los que siempre participan en la vida del partido, pero toda una gran masa que es de militantes adherentes no apareció propiamente sino más bien el PAN lo que refrendó fue la candidatura de Calderón a partir de esos mismos panistas que siguen creyendo en el partido, pero que también ya ahora empiezan a cuestionarlo, ahí tenemos a ¾Javier|¾ Corral, a los panistas de Nuevo León, que son viejas familias que han apoyado pero que ya están cansadas de observar dentro de su partido un proceso de desgaste de esta magnitud”.
Por otra parte, en cuanto al liderazgo de Gustavo Madero al frente de Acción Nacional rumbo al proceso electoral del 2012, Tania Hernández señala que llegó ahí con la idea de tranquilizar las aguas internas, recordemos que el partido venía “de los resultados pésimos de ¾Germán¾ Martínez Cazares en la dirigencia del PAN en las elecciones intermedias de 2009, pasamos al asunto de César Vázquez Nava y toda la situación, incluso, de denuncias de corrupción que se le vinieron encima, y luego el intento de poner a Roberto Gil, en esta idea de las nuevas generaciones que van a darle al partido una imagen de modernidad, pero finalmente llega Madero más en una lógica de como los viejos panistas dicen: ‘no avanzaremos ya por esa vía, ya tenemos dos presidencias con jóvenes panistas que parecen no haber tenido la experiencia necesaria para gobernar este partido, regresemos los panistas experimentados’, y lo que estamos viendo es el choque de esas dos generaciones en donde ni los viejos panistas resultan tener respuestas para las nuevas tareas que enfrenta el partido ni los jóvenes parecen estar con la experiencia necesaria ni el profesionalismo necesario para atenderlas”.
Entonces, “veo una dirigencia muy deslucida, muy débil, una dirigencia que cuando vemos los cuestionamientos que hacen importantes dirigentes locales son menores a estas alturas, ha habido una gran apertura de la dirigencia del PAN para darle manga ancha al presidente para que intente imponer la dinámica del partido, entonces no era un problema del equipo de Calderón, es decir, no era un problema de Germán Martínez y de César Nava, era un problema en donde el PAN no tiene soluciones o alternativas a esta vieja figura del presidencialismo; no es un problema de quién esté, sino que es un problema de construcción institucional. Parece que ahora los liderazgos dentro del PAN están tomando supremacía frente a las reglas institucionales, que era una característica muy interesante del PAN, finalmente era un partido o es un partido con un nivel elevado de institucionalización, pero que está sufriendo ya los embates de estos liderazgos que han emergido en este marco amplio de la alternancia y que se sienten con capacidad de definir ahora dentro del partido cuáles son las reglas del juego más allá de lo formal”.
Candidata débil
Gustavo Madero “tiene una papa caliente en las manos, o sea, está muy deslucido no sólo en la dirigencia del partido, sino en el apoyo que la dirigencia del PAN está dando a la candidata presidencial. Parece que hay ahí una falta de apoyo, de coordinación, incluso, hasta de ímpetu en las estrategias; esto ya en alguna ocasión lo vimos más bien a nivel de confrontación cuando el dirigente del PAN era Manuel Espino y el candidato era Felipe Calderón, pero ahora lo que yo observo es que más que confrontación contundente hay una falta de ímpetu para apoyar la campaña de la candidata y si a eso agregamos que la misma candidata, evaluándola como líder, está también muy deslucida y con una propuesta muy poco contundente, pues me parece que el PAN no está pudiendo jalar los hilos de la próxima elección”.
Frente a este contexto, la también autora de Tras la huella de la derecha: Partido Acción Nacional (Colección Memorias del Porvenir, México Ítaca) afirma que es sano que el PAN esté pasando por esta crisis, “estoy totalmente convencida de que Acción Nacional es un partido supernecesario en México, porque podemos estar o no de acuerdo con su ideología, con su programa político, con sus estrategias, pero sí representa una parte del electorado mexicano y en apoyo a la democracia en México el partido debería asumir los costos del ejercicio de gobierno no sólo de hace 12 años, incluso, sino cuando empezaron a ejercerlo en varios estados, recordemos lo que pasó en la última elección intermedia en Baja California, perdió los cinco municipios, es algo sintomático de cómo está la vida interna del PAN”.
“Me parece que es bueno lo que le está sucediendo, me parece que no está logrando construir tampoco los liderazgos que renueven a aquéllos que ayudaron al partido a llegar al poder, seguimos viendo a un Ernesto Rufo, a un Carlos Medina Plascencia, a la propia Josefina, a Diego -Fernández de Cevallos-, etc., pero pareciera que tampoco está renovándose adecuadamente la elite partidista. ¿Qué está pasando con esos liderazgos menores? No en sentido de capacidad ni habilidad, pero sí que son gente más joven que llegó más recientemente a la política y que parece que les está faltando un poco de profesionalización en el terreno del ejercicio de su función pública, también sensibilidad política, hay una falta de desarrollo, de lectura de lo que se está viviendo en la vida real, en el país, de muy poca capacidad para leer las enseñanzas que debieron haber incorporado desde que llegaron en el 89 en Baja California, pero también muy poca capacidad para retroalimentarse y reconstruir su liderazgo y reconstruir su estructura institucional”.

