Entrevista a Ulises Corona/Politólogo y catedrático en la UNAM
Nora Rodríguez Aceves
Al decirle tú eres “la jefa”, los panistas dan un voto de confianza a Josefina Vázquez Mota, pero también le dicen que si de aquí a 10, 15 días, no logras remontar la campaña en puntos concretos y sigues cometiendo errores, será urgente dar un golpe de timón, ya no de Josefina sino un golpe de timón del Presidente de la República con toda la intención de que el PAN cambie de candidato.
“En política la forma es el fondo de la misma y si el fondo de la misma es rescatar la caída estrepitosa del PAN y salvar la transición de Felipe Calderón tersa y pacífica, entonces, el Presidente da un golpe de timón y sí podría cambiar a la candidata panista con el argumento de que nada más no levanta: te concedimos ser la jefa y que dirigieras tu campaña, pero en los últimos 20 días, diez de la primera semana, y diez después de los ajustes en el equipo de campaña, no has levantado y sigues cometiendo errores, le dieron gracias a su hija y la quitaron de su lado; le dieron las gracias a su esposo y lo quitaron de ese protagonismo, está arropada a más no poder, incluso, tiene el apoyo de delegados federales del gobierno y tiene el apoyo de los estrategas del Presidente, y si después de esto no levanta, el Presidente, ya no ella, por una razón de Estado tiene que dar un golpe de timón, él lo tiene que hacer”, asegura Ulises Corona, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Campaña sucia
“Hoy inicia la ruta del triunfo. He decidido dar un golpe de timón. Le he exigido al partido que dejemos atrás los conflictos internos, y que, de una vez por todas, nos pongamos a trabajar juntos por la victoria”, así justificaba Josefina Vázquez Mota la incorporación a su equipo de campaña del grupo calderonista encabezado por Gustavo Madero, Ernesto Cordero, Max Cortázar, Juan Ignacio Zavala, Juan Manuel Oliva, Germán Martínez Cazares y Miguel Székely.
A estos nombres también se sumaron Rafael Jiménez, Octavio Aguilar Valenzuela, Rogelio Gómez Hermosillo, Alberto Pérez Cuevas, Mario Sánchez Ruiz, Mario Laborín, Alejandro Legorreta, Marcela Orvañanos, Rubén Beltrán, Gloria Muñoz de Sheridan, Martha Mayela Alemán de Adame, Luz Gabriela Cadena Luna, Alberto Athié, Rocío García Gaytán, Beatriz Leycegui, Kenia López, Luisa María Calderón, Martha Sosa y Cecilia Arévalo.
Un grupo de panistas que para Ulises Corona significa que al escenario electoral llegó la campaña sucia, porque llega “la vieja guardia, el grupo duro, el grupo viejo, sádico, las tripas del monstruo y las tripas del sistema político mexicano, las del PAN, las del PRI y las del PRD, y se utilizarán todo tipo de artimañas, porque en la política todo se vale para posicionarse electoralmente, ganarán a la mejor puntos en las encuestas, uno más quizá, uno menos. Lo grave es que se denostará a la política, la discusión libre, sensata, prudente, coherente, integral, tolerante, por privilegiar el desenfado, los errores, incluso personales. Esto que empezaremos a ver es el cochinero, el aventarse lodo, con tal de tener más y mejores adherentes y simpatizantes”.
No obstante, el especialista en gobierno y partidos políticos reconoce que efectivamente había problemas en la campaña de Vázquez Mota, y “el éxito en una campaña política radica en que exista base social que permita la captación de votos a partir de nuevas simpatías, es decir, las campañas no van dirigidas a los militantes, van dirigidas a los simpatizantes y también a los adherentes, tan lo sabe bien esto Vázquez Mota que ha declarado insistentemente que ella va por los indecisos, y esto es importante, el PRI lo llama de otra forma, el PRI ya tiene asegurado su voto efectivo, duro; lo que hacen los candidatos es ir por esos ciudadanos que están en duda y que no han manifestado ninguna preferencia, y personalmente creo que esos ciudadanos que están en duda son clase media, ni siquiera alta ni baja, sino clase media a la que la crisis económica, la inseguridad pública y los no satisfactores sociales sí le ha pegado”.
El golpe de timón, desde Los Pinos
Luego entonces, en el caso de Vázquez Mota, “sí ha sentido mermada su campaña porque no ha logrado contactar a esa clase media; mi argumento para decir esto es que no ha podido subir en su posicionamiento en las encuestas, de hecho lejos de subir ha bajado y esto empezó a poner primero foco amarillo y luego foco rojo, porque una semana es muy indicativa, en el arranque de campaña hubo muchos errores de estrategia, por supuesto errores de quipo de campaña; era urgente que ella diera un golpe de timón como lo dijo, fue importante que ella diera un manotazo sobre el escritorio para tratar de reencauzar su propia campaña”.
Aunque este golpe de campaña “vino desde la Presidencia de la República, ya que a Calderón le interesa, primero, que Vázquez Mota haga una campaña exitosa; segundo, le interesa que, aún no siendo su candidata, pudiese ganar la elección presidencial, porque sabe que en el momento que él deje el poder, será el gran olvidado y sentirá el gran vacío. Por eso a Calderón le interesa que gane Vázquez Mota para que su transición sea tersa y pactada”.
“Pero si pierde Vázquez Mota con mayor razón le interesa a Calderón que su transición sea tersa y, aquí lo subrayado, doblemente pactada. Por eso es importante hacer cambios y ajustes de campaña”.
En este sentido, explica Ulises Corona, “ella es su propia coordinadora y jefa de campaña, en donde hay cosas buenas y cosas malas, porque ya marcó la clara distancia que siempre tiene que marcarse para con el presidente en turno, es decir, lo errores de Vázquez Mota a partir de ahora no son los errores ya del Presidente, la candidata deberá con esto asumir las responsabilidades de los errores que tenga de aquí para adelante, pero también es muy vanagloriado el decirse la jefa, porque el PAN ya tiene muchos jefes Diego, es ese sentido del jefe Clouthier, bueno ese sentido de jefatura a veces se escucha para la gente común y corriente como clan, como camarilla, como compadrazgo, no sano; los académicos preferimos el ejercicio de un liderazgo contundente que una jefatura, incluso, ni siquiera en el viejo PRI se habla del jefe, como se habló del jefe del partido, de la Revolución, del jefe de Estado; hasta el PRI ya superó el concepto de la jefatura y del jefe”.
Además de que al anunciar los cambios en su estrategia y equipo de colaboradores, y posteriormente, Vázquez Mota ha “dejado atrás los conflictos internos que sólo han consumido energía política que debimos encauzar y arrancar con más fuerza”, debido a que “en su momento no era la candidata del Presidente, de hecho ella se impuso como se impuso Calderón en su momento, y por eso el PAN quedó divido; por un lado, el partido del Presidente, el partido del Comité Ejecutivo Nacional, y por otro, el partido de los estados, por eso ella tuvo que llamar la tención para decir: que si no querían que el poder se lo arrebataran de manera muy fácil, como está siendo, tenían que ponerse de acuerdo e iniciar una famosa operación cicatriz de unidad y de cohesión”.
“Sí puede haber unidad en torno a un ideal político-partidista, pero lo que será difícil de subsanar será la identidad de diversos grupos políticos que ahora se han incrustado en el equipo de Vázquez Mota; el Presidente tal vez les dijo de manera personal, y aquí sí ya muy en cortito, es el momento de salvarme a mí salvando a Vázquez Mota y démosle el voto de confianza a ella para que coordine la campaña y haga lo que mayormente le pueda ser más conveniente para uno, salvar los pocos votos que tenemos; dos, salvar la estabilidad del país a partir de la estabilidad de la contienda de campaña y tres, salvarme a mí”.
No importa el qué sino el cómo
Ante este entorno, el politólogo advierte que sí podría repetirse la experiencia electoral del 2006, donde “el PRD empezó con una gran ventaja y no solamente el PAN lo alcanzó sino que lo superó, porque es un buen momento para que cambien por completo todos los números, no es el momento preciso para irnos a lo que digan las encuestas, esto lo dejaremos para una semana antes de la elección, por lo que sí si pueden cambiar los números, por supuesto, que sí; ¿de qué dependerá?, pues de campañas estratégicas, insisto ojala que no sean campañas de denostación, que sean campañas argumentativas, propositivas, pero además fundadas en ciencias sociales, en números, en matemáticas, en pesos y centavos, pero también en concreción de resultados”.
“No me interesa saber, por ejemplo, que la economía crecerá, que se harán más viviendas, que el país será competitivo, sino cómo lo van a hacer, quiero que me digas con argumentos cuál será la función de gobierno que articularás para lograr ese objetivo. Eso interesa más que si tuvo un hijo fuera de casa o por qué se divorció o si un día estuvo en la cárcel, porque esto denigra la política, y al contrario, hay que salvar la política precisamente con ciencias sociales, pero también con argumentos válidos”.

