Se trata de Cheng Guangcheng, de 40 años de edad

Bernardo González Solano

La República Popular de China está de moda. No hay un solo día que los medios de comunicación internacionales dejen  de publicar innumerables notas sobre el país que presuntamente cuenta con todas las riquezas, que es uno de los principales poseedores de la deuda de Estados Unidos, dispone de los más grandes yacimientos de las “tierras raras” (metales que hacen funcionar los aparatos más sofisticados del mundo electrónico), que hace fluctuar su moneda (el yuan) contra el dólar  casi a su gusto conservándolo “fundamentalmente estable y en un nivel de equilibrio”, invierte en casi todos los países del planeta, desarrollados y emergentes, sin respetar, con frecuencia, muchas reglas comerciales, lo que ha dado pie para que muchas industrias en diversos países lleguen a la quiebra, como ha sucedido con la industria zapatera mexicana, solo por citar un ejemplo.

En las últimas semanas, el país ha sufrido varios escándalos políticos que caracterizan las tradicionales luchas políticas en la élite del Partido Comunista de China, como la expulsión de Bo Xilai, ex secretario del partido en la municipalidad de Chongqing, y líder del ala izquierdista y conservadora. Su salida trae ecos de las acostumbradas luchas internas. Este percance político es el más estridente que vive China desde las guerras internas del Partido Comunista durante las manifestaciones de Tiananmen y estalló cuando Pekín se dispone a celebrar este otoño el XVIII congreso comunista, que permitirá la entrada a una nueva generación de líderes, dirigida por el actual vicepresidente, Xi Jinping y el viceprimer ministro Keqiang, quien está previsto que ocupen en marzo de 2013 la presidencia y la jefatura de gobierno, respectivamente.

La escandalosa caída de Bo Xilai fractura el cambio hacia transiciones tranquilas comenzadas en 2002. En esa ocasión, Hu Jintao recibió el timón del partido de Kiang Zemin, en lo que se consideró como el primer relevo de poder pacífico en la historia de la organización partidista fundada por Mao Tsé Tung.

A semejanza de lo que sucede en otros países en los que este año se efectuarán cambios de gobierno al más alto nivel, en China —el gran gigante del siglo XXI en casi todos los rubros— forzosamente tiene que haber muchos asuntos políticos problemáticos, sobre todo porque la nación está dirigida por un Partido Comunista selectivo en sus militantes y minúsculo en la cúpula del poder, apenas nueve personas mayores de 60 años. Sorprende que en Occidente no se conozcan más casos políticos de la elefantiásica sociedad china.

Misterio total

Dos meses y medio después del intento de defección de un importante responsable de la policía china, cercano al jefe del Partido de Chongqing, Bo Xilai, punto de partida de un affaire tentacular que alimenta los rumores sobre las disputas del poder al más alto nivel del aparato del Estado chino, es una huida casi increíble la que sobresalta a China: se trata de uno de los disidentes más vigilados, un militante de los derechos civiles, Chen Guangcheng, en arresto domiciliario desde septiembre de 2010 tras cumplir una condena de cuatro años, de acuerdo a informes de amigos y simpatizantes.

Chen Guangcheng, de 40 años de edad, ciego desde la infancia, nulificó la sobrevigilancia  de los guardias, el 22 de abril, en Dongshigu, ciudad de la provincia de Shandong (al este de China) donde vive con su mujer y su madre. La fuga se remonta al domingo 22 de abril. El propio abogado ciego la confirmó el viernes 27 de abril, colgando en la Internet un emotivo llamamiento al primer ministro Wen Jiabao.

Alrededor de este escape el misterio es total. Activistas estadounidenses afirman que salió de Shandong y que se encuentra en un lugar “100% seguro” en Pekín. El periódico The Washington Post publicó que Chen se encuentra en la embajada de Estados Unidos en la capital china, “bajo la protección de diplomáticos estadounidenses”. El Departamento de Estado en Washington se negó a hacer todo comentario. Todo mundo se pregunta cómo pudo Cheng burlar la vigilancia de decenas de agentes de las fuerzas de seguridad que rodeaban su casa, a lo que debe agregarse su ceguera. Todos los periodistas que trataron de entrevistarlo fueron rechazados, incluso con violencia. Christian Bale, la estrella de Hollywood, cuando trató de visitarlo en Linyi, en diciembre pasado, fue empujado violentamente por los guardias. No es descabellado suponer que los propios vigilantes pudieron propiciar el escape del disidente.

Video en YouTube

“Querido primer ministro. No ha sido fácil en absoluto, pero finalmente he escapado”, comienza Cheng en el video subido a la Internet, grabado en una habitación a oscuras delante de una cortina, en un lugar no  identificado. “Todo lo que se cuenta en Internet sobre el trato brutal que hemos recibido mi esposa y yo de las autoridades de Linyi (provincia de Shandon) son ciertas. La realidad es incluso más dura que lo que ha circulado en Internet. Puedo probar que todas las informaciones que circulan en la Red sobre las violencias que sufrimos son verdaderas”.

El abogado ciego formula tres peticiones al primer ministro Wen Jiabao. Primero que envíe un equipo para investigar los abusos y que castigue a los culpables; segundo, que proteja a su familia de posibles venganzas por parte de sus captores, y, tercero, que investigue y castigue la corrupción en la que están envueltas las autoridades locales. Guangcheng señala el castigo infligido a su esposa, “torturada durante más de diez horas” por doce hombres.

En el video, Chen acusa con nombre y apellidos a varios de sus torturadores, incluidos funcionarios del gobierno local y policías. “Esta situación es realmente demasiado inhumana y daña la imagen del partido”, dice el disidente frente a la cámara. Agrega: “Una vez irrumpieron en mi casa más de una docena de hombres, tiraron a mi esposa al suelo, la envolvieron en una manta y la golpearon durante varias horas. También me asaltaron con violencia a mí”; también cuenta cómo atacaron a su anciana madre.

Finaliza el video solicitando al primer ministro que castigue a los funcionarios corruptos  de su pueblo, “que cuando cometen sus crímenes despreciables dicen que lo hacen porque el partido se los ha pedido… Primer ministro Wen, la gente no puede comprender estos actos ilegales. ¿Son solo los funcionarios locales quienes violan de forma flagrante la ley o tienen el apoyo del gobierno central? Si se lleva a cabo una investigación detallada y se revela la verdad,  la gente lo agradecerá. Pero si continúa ignorando todo lo anterior, ¿qué pensará la gente?”, agrega.

La grabación, que dura 15 minutos, fue colocada en la Internet por Boxun, la web más importante de la disidencia china, instalada en Estados Unidos.

Movimiento cívico

Al que se le llama “el abogado de los pies desnudos” —o Mojing, “lentes de sol”, como lo citan los internautas chinos para salvar la censura—, se convirtió en un icono. Pese a su handicap, su increíble carrera de autodidacta de derecho (le leían los libros para estudiar), su presencia de actor de filmes de Hong Kong, el combate que ha realizado a nombre de los que  no tienen derechos —los aldeanos a los que prestaba ayuda legal benévola antes de su arresto—, ha hecho que Chen Guangcheng represente la resistencia contra la injusticia como ninguna otra figura del movimiento de los derechos cívicos chinos lo ha logrado hasta el momento.

En 2005 reunió, con dos militantes de Pekín, decenas de testimonios de mujeres sobre las violencias que habían sufrido en el marco de la política del hijo único. Entonces, fue arrestado por “obstruir la circulación”. A los abogados pequineses, que hicieron de su proceso un símbolo de la negación de los de los derechos en China, se les impidió realizar bien su defensa.

El abogado autodidacta de 40 años de edad, provocó la ira y la reacción de las autoridades cuando hizo campaña contra la esterilización y los abortos forzosos de la política del hijo único. Razón por la cual fue condenado a cuatro años de cárcel en 2006. Ese año, la revista estadounidense Time lo incluyó en la lista de los “100 personajes que forman el mundo”. Al salir de prisión en 2010, fue asignado a arresto domiciliario. Una enfermedad que sufre desde la infancia lo dejó ciego. No pudo ingresar en la universidad para cursar derecho, por lo que sus hermanos le leían los textos jurídicos para aprender abogacía. Actualmente su enfermedad es precaria.

Ni la embajada de Estados Unidos en Pekín, ni las autoridades chinas han querido abundar en el asunto. La secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, llegaría el jueves 3 de mayo a la capital china, posiblemente trate el caso, pues en el pasado pidió al gobierno la liberación de Chen. Simpatizantes del disidente aseguran que Chen no pretende asilarse en Estados Unidos, pues siempre trató de realizar su lucha dentro de China. Aunque tampoco se puede descartar definitivamente ese asilo.