José Manuel Vacah

Mi turno

Como un gato que se cuelga en las cortinas
Vendré a leerte mis últimas predicciones

Con la seguridad de un aprendiz de músico
Puedo oírte subir una escalera
Y aparentar que no escuché jamás el golpe de tus pasos en la escalera
Todo tiene que ver con mi estatura
Cuándo has visto un gato mecido por la noche entre mi pecho
Renuncio a conocerte por el eco de tus uñas
Por el chasquido de tu lengua
Y tu manera de presenciar la última canción de este animal
Que aúlla
Dices que confías en la mirada de los gatos
Pero yo tengo otra victoria
Y no es la tuya.

 

Se reza

la distancia más corta
entre lo que una vez
fui / de niño
es una lagartija solitaria que bajó de una tormenta
y lo que una vez
soy / ahora
es aquella lagartija que llevaba
entre los dientes
un número indefinido de caballos desbocados
que se ahogaron en la sangre de mis padres
y mis hermanos
que se ahogaron en la sangre.

 

Última oportunidad

Cada que vuelvo a ti
es la última lumbre de la tarde
Max rojas
Cada que vuelvo a ti
Es la última noche en que abro una ventana
Afuera sé que llueve
Lo sé porque me lo han dicho los poetas
Porque he leído a cuatro o cinco poetas y les creo
Y tengo ganas de mirar cómo llueve esta vez
Y hay una mancha en la ventana como un colibrí café que dice adiós
Y hay una palabra que ronda mi cuarto como un presentimiento
Como una tarde que baja por una calle angosta
Una calle que no es más que una espiral de una laguna
Cuando una piedra
No es más que una espiral en una tarde
Sentado en la misma banca donde te he esperado todas las tardes

 

Ya te conozco

Sé cómo eres cuando te vas
Y sé cómo eres cuando regresas
Cada que vuelvo a ti
Estoy esperando a un pato negro
Por eso abro una ventana.