Haití

Frida Modak

La existencia de la montaña mágica haitiana, llena de oro, cobre y plata ya se conocía, pero sólo a nivel gubernamental desde, al menos, la época del anterior presidente René Preval.

En teoría, debería ser una noticia esperanzadora para la mayoría de los haitianos, que después de conquistar su independencia y convertirse en la primera república negra del mundo, logrando además un importante desarrollo económico, se encuentran hoy entre los más pobres del mundo.

Las primeras décadas del siglo diecinueve se caracterizaron por una violenta lucha por el poder, pero al mismo tiempo llegaron inversionistas extranjeros que impulsaron el desarrollo, compraron plantaciones y construyeron puertos y ferrocarriles.

Pero el intercambio con países industrializados fue desfavorable para Haití, que empezó a depender de los inversionistas estadunidenses. En forma paralela, estalló una guerra civil y en 1915 Estados Unidos invadió el país a pretexto de que no había cumplido sus compromisos.

Hasta 1957 se registraron guerras de resistencia a la ocupación y numerosos golpes de Estado, hasta que en 1957 Washington puso en el poder a Francois Duvalier, quien se convirtió en “presidente vitalicio”. Lo sucedió su hijo Jean Claude quien en 1986 debió huir del país bajo protección estadunidense y francesa.

Después de varios golpes militares se realizaron elecciones en 1991, las que ganó Jean Bertrand Aristide, quien  fue derrocado; meses después, regresó. Fue reelegido varias veces y finalmente forzado a dejar el país. Lo enviaron a la República Centroafricana y sólo fue autorizado a volver en enero del año pasado.

Tras nuevos golpes militares e inestabilidad política y social, asume la presidencia René Préval, cercano a Aristide, quien a su vez le entrega el cargo al actual presidente Michel Joseph Martelly, que era un cantante muy popular en Haití y en Estados Unidos donde residía.

A Preval le correspondió tomar las primeras medidas después del terremoto y a Martelly la reconstrucción. Ha incorporado Haití a Petrocaribe y le agradece la ayuda que eso significa al presidente Hugo Chávez.

El contrato para que se iniciaran los trabajos en busca de las nuevas riquezas fue firmado en el periodo de Preval, a su sucesor le corresponde ahora supervisar su cumplimiento. Mientras, hay dudas y muchas preguntas sobre el futuro del país y sus riquezas.

Muchas interrogantes

Desde que la información sobre las nuevos hallazgos  se hizo pública, han surgido reacciones y pronósticos diversos, así como también lo son las informaciones acerca de cuál es el valor real de lo  encontrado en las montañas de Trou Du Nord.

La información más completa es la de  Martha Mendoza, publicada en el periódico Miami Herald. Allí se señala que en la montaña en que se construye un  camino hay oro, plata y cobre. Exploraciones hechas el año pasado valoraban esos yacimientos  en 20 billones de dólares.

El otro lado de la montaña pertenece a República Dominicana y es frecuente que en esos casos también allí se explore en busca de yacimientos similares, cuyo hallazgo le  vendría muy bien al partido del presidente Leonel Fernández, cuya esposa es candidata a la vicepresidencia ya que él no puede reelegirse otra vez.

Según el periódico estadunidense, el terremoto haitiano puede haber dejado en descubierto muchas riquezas, debido al movimiento de las placas tectónicas, como lo han indicado prospecciones realizadas en la zona sísmica que va desde California hasta Chile.

De acuerdo con el artículo citado, los geólogos estiman que sumando los dos lados de la montaña, el haitiano y el dominicano, habría un millón de onzas de oro, que en Haití habría entre 20 y 30 millones de onzas de plata y más de un millón de toneladas de cobre en una de las áreas  exploradas.

Las cotizaciones de cada uno de ellos indica que la tonelada de cobre se vende en unos 8 mil dólares, la onza de plata en 30  y la de oro en mil 600 dólares, pero advierten que los precios de los metales preciosos son volátiles.

En esta perspectiva, algunos han hecho subir el valor potencial de los metales encontrados y entre tantos miles de millones de dólares obviamente surge una pregunta fundamental: ¿quién se los va a quedar?

La polémica haitiana

En la prensa de  Haití han aparecido numerosos artículos y comentarios de lectores que ponen en duda que los hallazgos beneficien al país y que también preguntan si con ese hipotético caudal de dinero van a seguir en el país las Organizaciones No Gubernamentales, ONG.

Éstas, que llegaron en gran cantidad después del terremoto, fueron bien recibidas en un comienzo, pero son muchos los que estiman que son demasiado numerosas y que ya no cumplen con ninguna misión de importancia.

La crítica subió de tono cuando trascendió que además  había un beneficio económico para esas entidades. En una nota del diario Haití Progres se señala que de cada dólar que supuestamente aportan al país, en realidad Haití sólo recibe el 1 por ciento y el resto ingresa a la caja de esas organizaciones.

Se ha manifestado también que los Fondos Clinton-Bush recibieron 54 millones de dólares después de enero de 2010, de los cuales 2 millones se destinaron a la construcción de un hotel cuyo costo total fue de 29 millones de dólares.

La Comisión de Naciones Unidas destinada a ayudar a la reconstrucción de Haití ya se canceló y en la prensa se pregunta qué objeto tiene la persistencia de las ONG, de las que el presidente Martelly ha dicho que dedican los recursos  a comprar vehículos y mansiones de lujo.

De los 5.2 mil millones de dólares prometidos al gobierno, sólo han entregado 1.2 mil millones. En consecuencia, las conjeturas que se hacen respecto a quien se beneficiará de los miles de millones de dólares que valen los recursos que se han encontrado no son muy optimistas.

Un artículo publicado en la prensa haitiana afirma que “Haití será  despojado de sus riquezas (en oro…) por una corporación canadiense… como ha sucedido en República Dominicana… y no se beneficiará de sus minerales”.