Martha Bañuelos
París.- Dos mil soldados franceses regresarán a casa para la Navidad del 2012, y es en este marco que François Hollande realizó una visita inesperada a Afganistán, para confirmar lo que 4 días antes había dicho en la cumbre de la OTAN en Chicago: acelerar la retirada de las fuerzas francesas en Afganistán para fines del 2012, es un compromiso “no negociable”.
Hollande fue al norte de Kabul, en donde están unos 2 mil 400 soldados franceses que son parte de la fuerza internacional de la OTAN; a un centenar de ellos, el Presidente les declaró: “el tiempo de la soberanía afgana llegó”. Recordó que Francia entró en Afganistán después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 y el Presidente insistió en que fue “para luchar contra los que fomentaban el terrorismo” y justificó su decisión señalando que: “El terrorismo que desde Afganistán amenazaba nuestro territorio nacional y el de nuestros aliados, sin haber desaparecido completamente, fue en parte suprimido”, y concluyó “realizaron su misión y la cumplirán hasta el final”.
François Hollande quiere retirar las fuerzas de combate y seguir presente en Afganistán ayudando a la construcción de un Estado moderno, con programas de educación y salud.
El regreso deberá hacerse en dos tiempos: unos cuantos soldados hasta fines de junio y el resto para el final del otoño. Pero hay una cuestión muy sensible y que aún no tiene respuesta, ¿Si las tropas de combate francesas salen de Afganistán, quién protegerá, por lo menos hasta finales del 2014, las actividades de formación organizadas por los franceses para las fuerzas de seguridad afganas?. Las autoridades afganas dijeron que ellas lo podían hacer, pero Francia tiene muchas reservas sobre ese ofrecimiento, ya que desde hace seis meses los ataques a los soldados franceses han aumentado, esto debido a las infiltraciones de insurrectos entre los reclutas afganos, lo que acentúa la desconfianza entre franceses y afganos, razón en la que se apoya el ejército francés para ser ellos quienes protejan en las carreteras a los instructores y los convoyes franceses y eso exige la presencia de tropas de combate, pero no saben con cuántos hombres contarán.
La repatriación del material y los vehículos usados deberá llevarse a cabo en 9 meses, pero el cómo, también está en suspenso, ya que Pakistán (el vecino al sureste de Kabul) cerró el acceso de su territorio a las expediciones de la OTAN que abastecían las tropas francesas, debido al atropello de esta organización en el que murieron 24 soldados paquistaníes en noviembre del 2011. Pakistán está esperando excusas oficiales de los Estados Unidos, pero esas muertes no son todo, también esperan que se paguen compensaciones a Islamabad (capital de Pakistán) por cada camión que pase sobre su suelo pero los precios del uso de las carreteras las autoridades francesas los consideran exorbitantes.
Hollande prometió a su electorado el regreso de 2 mil soldados, y prometió también en la OTAN una presencia de instructores, con el riesgo de sus vidas si no hay suficientes fuerzas armadas para su protección. El Presidente francés no podrá dar gusto a todos, ya que el que a dos amos sirve…