Entrevista a María Marván Laborde/Consejera electoral del IFE

Moisés Castillo

Parece que regresaron las “sospechas” de la elección presidencial que Felipe Calderón ganó por tan sólo 233 mil 831 votos. Un sexenio después retornaron las dudas a pesar de la reforma electoral del 2007, que le dio más instrumentos legales al Instituto Federal Electoral (IFE) para evitar los “claroscuros” que provocaron una polarización social inédita en México.

Ahora varios sectores de la izquierda y el mismo candidato Andrés Manuel López Obrador sembraron la semilla del fraude electoral a escasos días de que concluyan las campañas rumbo al 1 de julio.

López Obrador dijo que ante el incremento de las preferencias electorales a su favor, sus adversarios tratan de usar las mismas estrategias que hace seis años: la guerra sucia y el fraude electoral.

“Quieren de nuevo —dijo— asustar con la guerra sucia, pero ya no les va a funcionar. Al pueblo lo pueden engañar una vez, pero no lo van a engañar siempre… Porque cuando vean que no les funciona la guerra sucia, ¿a dónde se van a ir? ¡Al fraude! Van a ver si detienen la caída de Peña Nieto con la guerra sucia, por eso hay que orientar a la gente”.

Ante este discurso del aspirante presidencial de la izquierda, el IFE reiteró que ya aprendió la lección del 2006 y los resultados preliminares de la votación se darán a conocer a unas horas de concluya la jornada electoral.

“Aprendimos que cuando el IFE no da los resultados de la elección, la misma noche de la contienda electoral, se produce un estado de intranquilidad en la sociedad, y se producen situaciones que al final terminan en poner en duda o en conflicto la estabilidad política de la nación”, sostuvo el titular del IFE, Leonardo Valdés Zurita.

Además, el IFE buscará concretar un pacto de civilidad —que el Consejo Coordinador Empresarial impulsa— con los cuatro candidatos presidenciales para que se mantenga la estabilidad del proceso electoral.

A su vez, un grupo de intelectuales y activistas sociales llamó a los protagonistas de la elección 2012 a mantener la civilidad electoral y actuar con responsabilidad política y contribuir a la consolidación de la democracia.

El papel de los intelectuales

En un desplegado, personajes como María Elena Morera, Héctor Aguilar Camín, Emilio Alvarez Icaza, Denise Dresser, Federico Reyes Heroles, Jorge G. Castañeda, José Woldenberg, entre otros, destacan que “México se dotó de reglas e instituciones que dan certeza en la competencia electoral a partidos y candidatos y que garantizan a los ciudadanos que sus votos se cuenten y cuenten. Para seguir avanzando es necesario que la sociedad eleve su nivel de exigencia frente a las autoridades pero, antes que nada, es necesario que los gobernantes, los partidos y sus candidatos se comprometan a aceptar los cauces institucionales para acceder al poder y después para ejercerlo”.

Por otro lado, el pasado 8 de junio se creó un comité para prevenir cualquier intento de fraude electoral. Un grupo de académicos e intelectuales como Lorenzo Meyer, Víctor Romero, Carlos Geherson, Luis Mochán y John Ackerman, detalló que hará un monitoreo ciudadano para detectar posibles actos de coacción y compra de votos. Asimismo, realizarán un conteo ciudadano alternativo y verificarán la calidad de la metodología utilizada en las encuestas.

Hasta el momento no existe ninguna circunstancia que ponga en peligro la instalación de las 143 mil 190 casillas, de las cuales 7 mil 597 servirán de muestra para el conteo rápido.

Asimismo, el padrón electoral y la lista nominal de electores son revisados por 333 comisiones de vigilancia en las que participan todos los partidos políticos. Se trata de 300 comisiones distritales, 32 estatales y una nacional. Tienen acceso a la base de datos y la posibilidad de realizar un seguimiento puntual de su elaboración.

Sin embargo, en estados violentos como Nuevo León, las fronteras de Tamaulipas y Chihuahua, y en regiones de Yucatán y Morelos, se cambió la estrategia de capacitación de los funcionarios de casillas debido a la inseguridad.

Es importante señalar que en esta elección federal saldrían a votar 3.5 millones de jóvenes por primera vez y otros 10.5 millones menores de 24 años, también por vez primera en la elección presidencial.

Garantizado, el secreto del voto

Para María Marván Laborde, consejera electoral del IFE, es imposible un fraude el 1 de julio porque el IFE ha preparado bien los comicios y espera que todos los actores políticos sean responsables ante el mandato de la ciudadanía.

“Hay escenarios posibles de crisis —dijo— y lo que puedo esperar es que todos sean responsables. Hoy México tiene institucionalmente los medios para responder a una elección muy cerrada. Lo único que puedo hacer es apelar a la responsabilidad de los candidatos, partidos y ciudadanos. Apelo a que los ciudadanos crean en sus vecinos. Tenemos un millón de mexicanos contando la elección”.

¿La idea del “fraude” es descabellada?

Sí. La compraventa del voto es responsabilidad de los partidos. Lo que le puedo decir a los ciudadanos es que no se dejen comprar y si alguien los quiere comprar tienen el derecho de anular su voto, siempre tendrán esa posibilidad. El voto secreto en la casilla está garantizado.

¿El IFE aprendió la lección del 2006?

El margen por el que gane un candidato no es controlable para el IFE. Es decir, lo polémico o no de una elección no depende del margen con el que gane un candidato. Los errores que se han aceptado del 2006 son fundamentalmente errores de comunicación. El haber decidido que se publicarían los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de aquellas actas que no tuvieran controversia y que en un archivo aparte se pondrían aquellas actas inconsistentes generó una gran especulación. Algún partido se sorprendió por el llamado archivo oculto que no era oculto, era un archivo que sabía que iba a existir, que se había acordado en la mesa del consejo, pero no estaba a la vista de los ciudadanos. Rescato dos experiencias retomadas para el 2012: se van a publicar todos los resultados de las casillas, también los que tengan inconsistencias: tachones en el acta, algún borrón.

Además, el PREP abre a las ocho de la noche y debemos tener alrededor del 95-99 por ciento para las ocho de la mañana del día lunes. A las 8 de la noche tendremos el 100 por ciento de las actas escaneadas y se van abrir al público.

 

Conteo con tres métodos estadísticos

En efecto, el conteo rápido fue el “talón de Aquiles” del 2006, es decir, retrasar los resultados. 

Se tomó la determinación que si el resultado del conteo rápido arrojaba un resultado demasiado cercano entre el primero y segundo lugar no se darían a conocer los resultados. Este año se tomó la determinación de hacer un conteo rápido, hay un comité técnico de la UNAM y del ITAM, que está revisando todo el proceso de selección de las casillas que serán tomadas en cuenta para este ejercicio.

Además, se volverá a hacer el conteo en tres distintos métodos estadísticos: método bayesiano, método clásico y robusto. Es decir, contaremos y procesaremos los datos en tres formas diferentes y sea cual sea la diferencia entre el primero y el segundo lugar se dará a conocer el resultado antes de las 12 de la noche del 1 de julio. En 2006 los resultados entre el primero y el segundo lugar fueron tan cercanos que cayeron dentro los márgenes de error y por eso se decidió no darlos a conocer. Lo que hoy todos reconocemos es que no fue un error de estadística sino de comunicación política.

¿El IFE cuenta con los “candados” suficientes para dar certezas el 1 de julio?

La primera certeza es que quienes van a contar nuestros votos son los ciudadanos como se hace desde 1994. Aproximadamente un millón de ciudadanos elegidos al azar van a contar nuestros votos. Poner de acuerdo a un millón de ciudadanos para que hagan las cosas mal cuesta mucho más trabajo que capacitarlos para que lo hagan bien. Existen todos los procedimientos para darle seguridad a los paquetes electorales, llevarlos al distrito, contarlos en el PREP, contabilizar las casillas que se van a incluir en la muestra del conteo rápido. El resultado oficial empieza a conocerse hasta el miércoles. Es decir, el domingo en la noche vamos a tener una muy buena idea de lo que sucedió, pero no vamos a tener resultados oficiales. El miércoles a las ocho de la mañana en los 300 distritos del país empieza lo que se llama el “canto” de las actas. Ahí vamos a tener a consejeros electorales, seis consejeros por cada distrito, es decir, mil 800 consejeros electorales, cada uno en un distrito del país, “cantando” las actas de cada una de las casillas. En todos los consejos distritales, al igual que los locales y en el consejo general existen representantes de los partidos. Vamos a recontar cualquier cantidad de paquetes que sean necesarios, está todo dispuesto después del 2006. La ley tomó previsiones para que si es necesario recontar casilla por casilla, acta por acta, voto por voto, se pueda hacer de manera institucional frente a consejeros y representantes de los partidos. Se va a recontar todo lo que sea necesario para que se de certeza a los ciudadanos, a los consejeros y a los representantes de los partidos.

¿Por qué el IFE busca acuerdos de civilidad si es la autoridad electoral? ¿Tiene necesidad de sumarse a este tipo de pactos?

El IFE no lo buscó, el que viene promoviéndolo es el Consejo Coordinador Empresarial. Nos preguntó qué opinamos y pensamos que si se impulsa y se logra estamos totalmente de acuerdo. Es claro que los partidos tienen la obligación de cumplir la ley y tienen la obligación de acatar las decisiones del IFE que sean tomadas en consejos distritales, locales o en el Consejo General. Existen los medios legales para que cuando una decisión no les guste a los partidos acudan al Tribunal Electoral. En ese sentido, no sería necesario un pacto de civilidad.

Sin embargo, si un actor de la sociedad mexicana lo impulsa desde luego estaríamos de acuerdo. Cualquier compromiso con la democracia, el IFE lo respaldará, lo dará como bienvenido.

Yo Soy 132 no es ONG

¿Cuál es la situación del movimiento Yo Soy 132 para ser observadores electorales y defender el voto?

Recordemos que en nuestro país desde 1994 la figura de observadores electorales ya ganó cartas credenciales, legitimidad. Uno puede ser observador de dos maneras: con una asociación civil, ONG o individual. Lo que no es la situación del movimiento Yo Soy 132, porque todos sabemos que es un movimiento recién nacido, sin acta de nacimiento. ¿Quién participa?: Alianza Cívica, se registró como asociación civil y registra a sus observadores y se les capacita. Esto no fue posible con el movimiento universitario porque no se ha registrado como ONG. Desde luego se le dio la oportunidad de registrarse, inclusive se incrementó el periodo de registro en una semana. Sí se registraron muchos chicos del movimiento, según las cifras fueron cuatro mil que tienen que capacitarse para que se les de su registro.

¿Cómo actuará el IFE en materia de redes sociales, porque es un fenómeno nuevo en esta elección y  tiene efectos sociales reales?

Hago un llamado a la responsabilidad ética de los ciudadanos. Falsear información nos afecta como país y sería una gran irresponsabilidad. No hay ningún control sobre las redes sociales. El IFE tiene una red de información amplia y eficiente a través del personal de tiempo completo: consejeros, consejeros distritales, vocales, y a esa red se suman los capacitadores electorales que se convierten en asistentes que estarán monitoreando. Vamos a suponer que alguien sube una foto con cualquier información que nos parezca dudosa o no, una casilla que no se instaló o se inundó un lugar, los asistentes electorales —que son un poco más de 50 mil, uno por cada tres casillas— están entrenados para poder ir a visitar las casillas y revisar lo que está pasando. A cualquier foto que se suba cierta o no, el IFE por definición tiene manera de revisarla, de confirmarla y tomar decisiones. Si hay gente desinformando tendremos desde las mismas redes sociales una labor de información verdadera. Hago un llamado a la ética y a la responsabilidad ciudadana.