Martha Bañuelos
París.- Hollande, Merkel y Rajoy, no forman parte de las mismas tendencias políticas, pero tienen la misma visión del futuro para Europa, por lo que en cada reunión, se escucha la misma retórica. Esta vez fueron Mariano Rajoy y Angela Merkel quienes se reunieron en Madrid con el objetivo de mejorar la imagen de marca de España como plataforma para las inversiones alemanas y extranjeras. Ambos mandatarios garantizaron que harían todo lo necesario para solucionar la crisis del euro. Rajoy comentó: “Queremos disipar las dudas sobre la continuidad del proyecto del euro” y Merkel legitimó la necesidad de “restablecer la confianza en la moneda”.
Para ello, Rajoy destacó su determinación de proseguir las reformas estructurales contratadas en el país, y está apoyado por Berlín. Un esfuerzo de rigor sin precedentes en España, ya que deberá reducir el déficit público de 8.9 por ciento del PIB de 2011 a 2.8 por ciento en 2015, como prometió a sus socios europeos. Lo que es un esfuerzo difícil para España, que desde fines del 2011, volvió a la recesión, causando un desempleo record de 24.6 por ciento.
La visita de la Canciller también apoyó al gobierno de Rajoy, después de haber obtenido del Banco Central Europeo (BCE), 100 mil millones de euros para recapitalizar sus bancos. El BCE reveló el nuevo plan de rescate de las obligaciones públicas, de países como España, y esto, a pesar de las fieras oposiciones de Jens Weidmann, Presidente del Bundesbank, Banco central de Alemania; de la prensa alemana, que cataloga esta acción de “pesadilla” y del 50 por ciento de los alemanes, hostiles a los rescates de obligaciones, todos ellos saben que el BCE, no tiene de verdad los medios para obligar a esos países a respetar sus promesas en materia de ajustes estructurales.
El BCE actúa en el marco de su mandato y de manera independiente, por lo que Mario Draghi su Presidente, está decidido a apoyar la zona euro, incluso violando el dogma alemán “que teme que este tipo de intervenciones genere una inflación galopante”. Actualmente Madrid tiene una posición débil, ya que vive bajo la presión de solicitar otro rescate financiero de 30 mil millones de euros, para enfrentar en septiembre los pagos de los intereses de su deuda. Rajoy, garantiza no haber solicitado la ayuda financiera de la Unión Europea, ya que un nuevo plan significa una pérdida de soberanía sobre su hacienda pública, pero aun así, tiene la posibilidad de hacerlo, de aquí a la cumbre europea del 19 de octubre. Las medidas del BCE, beneficiarán en primer lugar a España, pero para ello, se requiere de la estricta condición de una solicitud oficial de parte de Rajoy, quien antes quiere conocer las condiciones de un nuevo plan de rescate; pero para agravar la situación, en julio el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, debió recurrir a su Fondo de Reservas para poder enfrentar el pago de las pensiones del verano.
Merkel, es considerada responsable de la cura de rigor impuesta a España, su visita causó marchas con carteles que decían: “Son soluciones capitalistas a una crisis causada por los mercados”. ¡El liberalismo se está suicidando!.