Marco Antonio Flota

Hubiera sido factible que asistiera a ambos eventos: el viernes pasado a la boda real en Londres y hoy domingo a la beatificación de Juan Pablo II en el Vaticano.

Sin embargo, al principesco matrimonio no fue convocado, pero a la proclamación del beato Wojtyla se apuntó tan pronto le llegó la invitación que, suponemos, fue cursada a la mayoría de los jefes de Estado del mundo.

El presidente Felipe Calderón, pues, se encuentra en el Vaticano este 1 de mayo, en vez de estar aquí, presidiendo los festejos por el Día del Trabajo. Sin embargo, seguramente orará en la Basílica de San Pedro por la pronta beatificación del ex secretario del ramo, don Carlos Abad Scal, quien no fue exigente con la Confederación Patronal, pero al menos encomendaba a los obreros con la Patrona de América, la Morenita del Tepeyac.

De todos modos, el desfile oficial del 1 de mayo pasó a mejor vida desde el sexenio de Ernesto Zedillo,  el sí Presidente del Empleo pues tiene varias chambas en empresas norteamericanas. Para la historia quedaron aquellas paradas que encabezaba don Fidel Velázquez del brazo del Presidente de la República y el secretario del Trabajo en turno. Y se dio el caso de que si el máximo líder y López Mateos casi llevaban a rastras a Ruiz Cortines, después fue prácticamente cargado por López Portillo y Arsenio Farell.

No fue Calderón, entonces, al himeneo —matrimonio en este caso se escucha muy plebeyo— del príncipe Andrés y su plebellísima Kate. Se esperaba que al menos invitaran al ex presidente Fox y a su Lady Di (nero) Martita, pero no fue así. Quizá, para dar realce al evento, pensaron convocar a Enrique Peña Nieto, pero sin su Gaviota, para que no le robara cámara a la nueva princesa. Se sospecha que, sin publicitarlo mucho, sí llevaron a Londres al diputado Fernández Noroña, por si se les enfermaba el bufón de la Corte.

Pero en el Vaticano sí está presente en estos momentos. Y muy justo nos parece porque Juan Pablo II se identificó con México, el segundo país más polaco del mundo. Además, nadie criticó a López Portillo, Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, quienes fueron anfitriones del Papa Viajero. Ni, mucho menos, a Vicente Fox, quien eliminó el besamanos político, pero preservó el religioso para su recepción al inolvidable pontífice.

Sin embargo, la familia real inglesa nos ignoró. Aunque, si solo invitaron a testas coronadas, bien pudo asistir don Felipe como representante de la Corona Extra.

 

Tumbagrillos

 

CHAMBONES: Puestazos en el gabinete.
CTM: A todo, menos a la muerte.
EMUALIMENTO: Simulacro de comida que se puede comprar con el salario mínimo.
DIGIRIENTE: Líder obrero, que sí come.
JORNALGA: Trabajo de secretaria, ese sí bien pagado.
GUADALUMPEN: Clase social que no se ha muerto de hambre gracias a la Virgen.
LIDERMATITIS: Erupción que le sale a un dirigente cuando desfila y le da el sol.
MARXIMILIANO: Filósofo que inspiró la Ley Federal del Trabajo.
OBREROTICO: Capataz que le faja a las asalariadas.
PROLETARADO: Clase obrera, según los patrones.
SAL  ARIO: Sueldo que sí alcanza para comer, pero en Alemania.
SUELDÓLAR: El que cobran los ejecutivos de Slim.

 

Epidramas

 

La caballada del PAN:
puro cuaco desbocado,
en plena campaña están.
Su activismo es desatado,
pues aún no hay “amarrado”
El secretario Lujambio
se olvida de Educación Pública,
recorre media República.
Y Santiago Creel, en cambio,
da a su lucha otro cariz:
recorre medio país.
Tiene ganas —y se nota—
la muy popular Chepina,
pues nunca está en  su oficina:
ni la fuma Vázquez Mota.
“¡Soy gallo!”, grita Lozano,
y dicen se ha aliado, empero,
al que presumen es mano:
es de derecha Cordero,
pero a la izquierda es Cordcero.
“¡Renuncien al gabinete!”,
pide Moreira a aspirantes.
De acuerdo, más pone en brete,
a aquel de sus militantes
más notorio: el del copete.