Carlos Guevara Meza
El martes 11 de septiembre (y tenía que ser precisamente esa fecha), una turba asaltó la legación diplomática estadounidense en Benghasi, Libia. Después de horas de una verdadera batalla campal, el embajador Chistopher Stevens y otros tres funcionarios fueron capturados por los amotinados, mientras se intentaba trasladar al diplomático a un lugar seguro, muriendo horas más tarde. El gobierno libio no pudo hacer nada para impedir el motín ni su triste resultado. Casi simultáneamente, embajadas y consulados de Estados Unidos y otros países fueron también objeto de ataques por multitudes enfurecidas.
En Egipto, las protestas duraron varios días pero ahí el gobierno intervino de manera más decidida, incluso causando muertos entre los manifestantes. En Afganistán, milicianos talibanes atacaron una base matando dos marines norteamericanos. En total se realizaron protestas en más de 30 países musulmanes.
El motivo fue el corto de una supuesta película estadounidense publicado en el portal de Internet Youtube en el que se ridiculiza al Profeta Mahoma de una manera burda e insultante. El corto fue subido a la red apenas en junio de este año y poco a poco fue llamando la atención, al grado de que se subtituló en árabe y otros idiomas. Los actores declararon que el guión que ellos filmaron era otro, que sus voces fueron dobladas cambiando los parlamentos (lo que resulta obvio cuando se ve el video). Las investigaciones periodísticas han revelado que detrás de la filmación se encuentran activistas cristianos fundamentalistas, que la realizaron con clara intención denigratoria y provocadora. El corto, sin embargo y con base en el derecho de libertad de expresión, no ha sido eliminado, aunque el portal lo sacó de circulación en varios países árabes, mientras que en otros el portal mismo fue prohibido. Diversos grupos fundamentalistas cristianos (entre ellos el pastor Terry Jones, famoso por quemar públicamente en varias ocasiones El Corán) han hecho promoción del video. Y el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos (contra la costumbre en ese país de cerrar filas en estos casos) aprovechó para atacar a su contrincante, el presidente Obama, haciendo una velada referencia a su origen musulmán.
Diversos grupos fundamentalistas islámicos, entre ellos Hezbollah (que sin embargo esperó a que el Papa Benedicto terminara su visita oficial a Líbano), continúan haciendo llamamientos a la protesta con el pretexto del video. Se trata entonces de dos integrismos, uno cristiano y otro musulmán, creando desorden para hacer avanzar sus respectivas agendas.
Por el lado de uno, fomentar la imagen de un Islam violento, terrorista, bárbaro y degenerado, que debe ser sometido o eliminado para permitir la sobrevivencia de la civilización occidental. Del lado del otro, radicalizar el sentimiento antioccidental de sus sociedades, reforzar el tradicionalismo y fortalecer la idea de un occidente anti-islámico y agresor, con el fin de orientar los países recién liberados de sus dictaduras hacia estados integristas. En el medio, mucha gente está muriendo.


