Gonzalo Valdés Medellín

Gran responsabilidad ha adquirido Antonio Crestani al asumir la dirección de la pieza Tomar partido (Taking sides), del británico Ronald Harwood, que se escenificará en el Foro Cultural Chapultepec, a partir del 12 de octubre. Y gran responsabilidad aún, por lanzarse a dirigir a dos monstruos de nuestro arte histriónico: Humberto Zurita y Rafael Sánchez Navarro, dos viejos lobos de mar que no se cuecen al primer hervor. Pero además, gran responsabilidad la de Crestani, porque Ronald Hardwood es un dramaturgo de no complacientes propuestas y de férreas nomenclaturas dramatúrgicas, realistas, y hondas proposiciones discursivas. Ubicada en la Alemania de la posguerra Tomar partido refiere la historia de Wilhelm Furtwängler, considerado uno de los mejores directores de orquesta del mundo y que durante el nazismo alcanzó su momento de mayor fama. El músico, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, tuvo que enfrentar los cargos que Estados Unidos e Inglaterra levantaron en su contra, de servir al régimen Nazi. Harwood aborda esta circunstancia y la explora con audacia en Tomar partido, escrita en 1995 y estrenada ese mismo año bajo la dirección, nada menos, que de Harold Pinter. Cabe mencionar que Tomar partido fue llevada al cine por István Szabó e interpretada por Harvey Keitel y Stellan Skarsgård, en 2001. Producida por Alberto Garduño y completando el elenco Marina de Tavira, Martín Altomaro, Sergio Bonilla y Stefanie Weiss, Tomar partido estará en cartelera hasta el 15 de diciembre de 2012, para regresar en febrero de 2013. Gran responsabilidad para Antonio Crestani, pues, esta aventura de Tomar partido que seguramente librará con la honestidad de su talento.