Obama debe ganar

Alfredo Ríos Camarena

El sistema constitucional norteamericano aportó a la ciencia política dos elementos fundamentales: el federalismo y el sistema presidencial; ambos se complementan para su adecuado funcionamiento, con un régimen político democrático y un subsistema electoral, que hace válidas las premisas teóricas anteriores.

En el proceso actual, tras los tres debates presidenciales entre el republicano Mitt Romney y del demócrata Barack Obama, este último se alzó con la victoria en dos de los tres eventos, mientras que en el único debate entre dos candidatos a vicepresidentes, Joe Biden arrasó contra su adversario Paul Ryan.

Los medios juegan un papel elemental en las elecciones. El presidente Roosevelt impuso su candidatura y victoria a través de la radio; para John F. Kennedy la televisión fue fundamental.  Hoy en día se ha incorporado el elemento de las redes sociales, que indudablemente tuvieron un papel fundamental en el grupo del presidente Obama.  La tecnología se ha depurado y aparecen nuevas formas de conquistar al electorado a través de los medios electrónicos. La técnica denominada “Micro-Targeting” es un nuevo elemento que está pesando a favor de Obama, pues su equipo de promotores electorales en Internet está altamente calificado y juega un papel preponderante.

Obama debe ganar no sólo por su estrategia electoral, sino porque representa la esperanza de una atención mayor a la clase media; en el último debate, quedó clara la actitud belicista de Mitt Romney y su insistencia en aumentar el presupuesto de guerra de Estados Unidos y de seguir eliminando los impuestos a las grandes corporaciones. Frente a esto, el presidente Obama planteó una reducción del presupuesto de defensa, retirar las tropas de Afganistán y dedicarle mayor inversión a la educación pública, para fomentar la investigación científica y la tecnología.

Otra insistencia permanente del presidente Obama ha sido que los empleos de las grandes empresas  y sus inversiones se realicen dentro de Estados Unidos  y no fuera, posición totalmente adversa a la de los republicanos.

A los mexicanos nos debe interesar e importar lo que está sucediendo al otro lado de la frontera, no sólo por nuestra vecindad geográfica, sino por las consecuencias directas que traerán para nuestro país las políticas públicas que se ejerciten en Estados Unidos.

Si ganaran los republicanos, es evidente que nos hundiríamos más en el ya fracasado modelo de la globalización irracional; si triunfa Obama, habrá una gradualización del modelo, que nos permita acercarnos a los objetivos constitucionales de justicia social.

Ya fue la última llamada, se dio el tercer debate.