Partida rumbo al ostracismo
Félix Fuentes
Felipe Calderón dejará el poder dentro de cinco días —hay quienes cuentan los minutos— y ni los panistas que se precian de serlo soltarán lágrimas en esa partida rumbo al ostracismo. Llueven al michoacano insultos graves por dejar el PAN al borde del precipicio y por pretender el liderazgo del mismo, antes de dejar el mando presidencial.
Reprochan a Vicente Fox y Calderón que fueron incapaces de prolongar la vida del PAN en el poder, más allá de sus sexenios. Se les culpa del elevado índice de corrupción en ambos periodos, de la inseguridad causada por el narcotráfico y falta de realizaciones.
Se tiene presente que Fox permitió a su esposa Martha Sahagún y a los hijos de ésta cuantiosos negocios a la sombra de su gobierno, y la Secretaría de la Función Pública, próxima a desaparecer, se constituyó en tapadera de esa familia. A Fox no le perdonarán su apoyo al priista Enrique Peña Nieto.
La secuela del derrumbe del país se acrecentó en numerosas dependencias del calderonismo, entre otras la SSPF, Pemex, CFE, programas electoreros del Seguro Popular y Oportunidades, así como en los sobregiros multimillonarios del gasto público. Mucho de esto, se espera, saldrá a la luz pública.
En el ámbito político, los panistas se duelen de que Calderón no haya apoyado a la candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, en la medida como se prodigó con su hermana Luisa María Calderón, Cocoa, quien recibió recursos a manos llenas y fue escoltada por cientos de policías federales en su candidatura para el gobierno de Michoacán.
Pese a tener el poder en las manos, Felipe Calderón fue incapaz de encumbrar a su consanguínea en el estado natal de ambos, por fortuna para los michoacanos y el país.
Vázquez Mota ha hecho escasos comentarios con panistas amigos suyos sobre lo sucedido en la pasada campaña presidencial y la coincidencia es que Calderón la dejó a su suerte, olvidándose de ella, tal vez porque derrotó al exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero. Este fue otro fracaso de Calderón al no lograr para él la nominación del PAN.
En la campaña de Vázquez Mota tampoco hizo gran cosa el presidente de Acción Nacional, Gustavo Madero, por lo general sometido a Calderón. Se apartó del presidente cuando éste pretendió reformar los estatutos del partido, desde sus raíces, y poniéndose al frente del mismo. Fue otra derrota más del jefe del Ejecutivo.
Lamentan los blanquiazules, asimismo, los apoyos del primer mandatario a César Nava y Germán Martínez, quienes hicieron fortunas, antes y durante su mandato como presidentes del PAN. En junio pasado les publicaron las millonarias residencias donde viven, después de ser clasemedieros.
Quienes han estado fuera de los cuantiosos presupuestos repartidos por Felipe Calderón y piensan que todavía es tiempo de salvar el organismo creado por Gómez Morín esperan discutir a fondo la realidad de su partido en la Asamblea Nacional, a realizarse en marzo próximo.
Sin embargo, no se hacen muchas ilusiones los verdaderos blanquiazules. Saben que el daño causado al partido por los regímenes de Vicente Fox y Calderón no será superado con simples reformas. Se requiere mucho más, como hacer conciencia de que no basta llegar al poder público, generar fortunas personales e irse al retiro, con el cinismo propio de los corruptos.
Será importante ver cuántos militantes del PAN asistirán a dicha Asamblea y, si asisten foxistas y calderonistas, qué serán capaceas de decir, visto el daño causado a la nación y a su partido.
