Entrevista a Francisco Paoli Bolio/Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

 Moisés Castillo

 El 1 de diciembre, Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia de México y anunció su gabinete. Esta vez no aparecieron los head-hunters o personajes de bajo perfil como en el último sexenio. Peña Nieto apuesta por la experiencia y el oficio político al conformar su equipo de trabajo. Sacar las reformas estructurales con políticos profesionales que saben negociar y convencer. Parece que el Ejecutivo federal comienza sin titubeos, con decisiones y compromisos. Pero la realidad es implacable, se irá acercando cautelosamente a ella.

Analistas coinciden en que el gabinete presidencial es una combinación del grupo Atlacomulco con personajes vinculados con Carlos Salinas. En todo caso, el mandatario decidió mantener a sus más cercanos colaboradores en posiciones clave para la operación política. Sus dos hombres de confianza desde la campaña ocuparán puestos fundamentales: en la Secretaría de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong; y en la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray.

Para muchos la sorpresa fue la designación de Emilio Chuayffet como nuevo secretario de Educación Pública. Una jugada con dedicatoria a la lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo. Hay que recordar que el mexiquense ha mantenido abiertas diferencias con la maestra: en 2003, una rebelión interna entre los diputados priistas derrocó a Gordillo de la coordinación parlamentaria y Chuayffet ocupó su lugar. También hubo desconcierto desde el Gobierno del Distrito Federal con la inclusión de Manuel Mondragón, exjefe de la policía capitalina, ahora como subsecretario de Planeación y Protección Institucional de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Tan sólo tres mujeres ocupan un lugar en el gabinete: Mercedes Juan López como secretaria de Salud; fue subsecretaria de Regulación y Fomento Sanitario en el sexenio salinista. Claudia Ruiz Massieu como secretaria de Turismo; es sobrina de Salinas de Gortari y su última función fue la de coordinadora de Derechos Humanos y Transparencia en el equipo de transición. Rosario Robles como secretaria de Desarrollo Social; fue exjefa del gobierno capitalino y exdirigente del PRD.

Sin grandes sorpresas resultó el anuncio presidencial. Sólo faltó la ratificación de Jesús Murillo Karam al frente de la Procuraduría General de la República que se concretó. De inmediato, el nuevo secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, se comprometió a dar resultados.

“Ya estamos estructurando todas las acciones, todos los programas que habremos de utilizar para que devolvamos la paz, la tranquilidad y la estabilidad a nuestro país. El objetivo fundamental es el devolverle a todas las familias historias de éxito.”

Asimismo, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, afirmó que la prioridad es mantener la estabilidad económica y el crecimiento del país, con el objetivo de generar buenos empleos para los mexicanos.

“Voy a poner todo mi empeño para cumplir todas las metas que ha establecido el presidente Peña Nieto… Impulsaremos un escenario donde haya más empleos y mejor remunerados, que a la gente le vaya bien en su economía familiar, donde hagamos un combate eficaz en la pobreza, acabemos con el hambre y tengamos una educación de calidad para todos.”

Para Francisco Paoli Bolio, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el gabinete de Enrique Peña Nieto está conformado por personas experimentadas que saben tomar decisiones.

Pluralidad en el gabinete

“También hablaría de la pluralidad porque hay personas como Rosario Robles, Manuel Mondragón, que vienen de experiencias de gobiernos perredistas. Estamos ante diversas experiencias múltiples y plurales de una estrategia del Ejecutivo que se puede advertir en la designación de los miembros del gabinete.”

¿Cómo calificaría al gabinete presidencial?

De experiencia política. Veremos en la Secretaría de Gobernación a alguien que ha sido gobernador y que ha operado desde la etapa de campaña y con el equipo de transición como Miguel Angel Osorio Chong. Está otro hidalguense muy destacado que también fue gobernador y va a la PGR, Jesús Murillo Karam. Está Emilio Chuayffet, persona que tiene las más altas experiencias porque ha sido secretario de Gobernación, gobernador del Estado de México y va a la SEP. Tal vez habrá que mencionar a José Antonio Meade, uno de los jóvenes del gabinete porque el gabinete tiene un promedio de gente adulta, por encima de los 60 años. Ese joven que viene del gabinete de Felipe Calderón y que estaba en Hacienda y se va la Secretaría de Relaciones Exteriores para impulsar el desarrollo económico con una visión mundial y global mucho más amplia.

Con la designación de Chuayffet, ¿se terminará el dominio del SNTE en el sector educativo?

Sin duda uno de los puntos más comentados en los últimos días es la designación de Emilio Chuayffet, que no sólo es experimentado sino que tiene una gran capacidad de decisión política y de poder resolver y abrir las primeras puertas  de la educación en el país. Hay que llegar a una educación de calidad como dice el Pacto por México. Este asunto de la educación no se puede resolver entrando directamente a atacar rezagos educativos sino un caso político, porque un problema fundamental de la educación es que está lastrada por un sindicato que ha rebasado sus funciones, que ha penetrando hasta el asunto pedagógico cuando debió quedarse en los límites de la lucha sindical y la reivindicación salarial, condiciones buenas de los trabajadores. Pero ha ingresado en el ámbito político y de decisiones sobre la educación. Ha tenido a su cargo puestos importantes como la subsecretaría de Educación Básica durante casi todo el sexenio pasado: es el 80 % de la educación del país: preescolar primaria, secundaria y normales; 30 millones de escolares dependen del sindicato. Tenemos un problema político porque hay un exceso de comisionados, hay plazas múltiples que tienen una sola persona, a veces en dos o tres estados. Existe una corrupción y premiación excesiva a las burocracias de este sindicato y esto lo tendrá que combatir y negociar Emilio Chuayffet para entrar después a una reforma educativa. Por eso han nombrado a un personaje tan fuete y experimentado como Chuayffet.

¿Peña Nieto le apuesta al “viejo PRI”?

Hay que escapar de estos clichés que se han hecho de “nuevo” y “viejo” PRI, donde hay un planteamiento maniqueo: el nuevo PRI son los buenos y el viejo PRI los malos, los dinosaurios, los otros son demócratas. Hay que ir a las responsabilidades concretas que han tenido estos personajes y que se supone van a tener luego de este Pacto por México, que es bastante exigente y amplio. Hay en el gabinete personas que tienen edad pero no calificaría que vienen de un viejo PRI o nuevo partido. Alguien que no se menciona mucho es a la secretaria de Salud, doña Mercedes Juan, que es un médico formidable, ella ha sido miembro del PRI pero es una mujer honrada y conocedora de su profesión.

Una mejor integración

¿Qué diferencias encuentra con la integración de los gabinetes panistas?

Veo una diferencia muy clara y que está presente la pluralidad, pero sin que éste sea el factor principal. Después de todo, Enrique Peña Nieto ganó la Presidencia de la República y tiene como facultad constitucional el derecho de nombrar a su gabinete. No está buscando una cuota de género, está encontrando algunas mujeres por su capacidad. También habría que destacar que hay una integración mejor del gabinete. Existe la posibilidad de hacer un verdadero equipo de gobierno. En el gobierno de Vicente Fox —lo cual me consta directamente— no había equipo de gobierno, cada quien jugó sus cartas por donde quería. Hablaban del “gabinete Montessori”, sin saber realmente lo que es ese sistema. Fue un gabinete desordenado, que no representaba un orden de gobierno y no había una conducción clara. Aquí ha cambiado completamente la situación. Estamos teniendo en el primer día de gobierno la firma de un pacto con los tres partidos principales, estamos hablando de un acuerdo para tener una orientación, un proyecto de trabajo. No sé si se va a cumplir o no, pero como punto de partida me parece fundamental. Hay gente experimentada, conocedora, hábil políticamente que se integra en el trabajo coordinado por Peña Nieto. El secretario de Gobernación tendrá por primera vez la función también de coordinar al gabinete abiertamente ya puesto en la ley. Además va a tener muchas facultades adicionales de control interno, facultades en materia de seguridad.

 

¿Se renuevan esperanzas con la llegada del PRI? ¿Cuáles son las expectativas?

Prefiero ser cauto. En realidad dije muchas cosas positivas. También hay que destacar los gobiernos de coalición, a esto no se había sumado Peña Nieto y era un planteamiento que empujaba el grupo de Manlio Fabio Beltrones y otros miembros del PRD y PAN. Esto es importante y habla de una cierta apertura. Peña Nieto no estaba aparentemente convencido de concretar la tesis de los gobiernos de coalición y ahora con el Pacto por México se plantea como un instrumento partidista a nivel federal y estatal. Es decir, se está asumiendo esta pluralidad que existe en la sociedad mexicana.