Alexander Serikov

Fue a finales del año pasado cuando el actor de cine, el francés Gérard Depardieu, decidió cambiar su lugar de residencia. La razón fue la protesta contra la introducción del impuesto sobre superganancias – más de un millón de euros al año – que el presidente de Francia, François Hollande, prometió durante su campaña electoral y lo hizo. El actor anunció como alternativa para su nueva residencia tres países: Bélgica, Montenegro y Rusia. Y fue el 3 de enero de este año cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, entregó a Depardieu el pasaporte ruso. En respuesta a este gesto el actor francés escribió una carta a los periodistas rusos en que señaló que amaba a Rusia, su cultura y al líder ruso.

Acto seguido Depardieu visitó la ciudad de Saransk, capital de la república autónoma de Mordovia que forma parte de Rusia, donde le otorgaron el documento de residencia, le regalaron un departamento y prometieron construir una casa de campo. Allá le recibieron en el aeropuerto con los brazos abiertos y hasta le ofrecieron un empleo en el teatro local, pero con un salario bastante diferente a lo que el actor acostumbraba a ganar – apenas 16 mil rublos al mes que equivale a 533 dólares, más diferentes regalías. También le ofrecieron el cargo de Ministro de cultura de esta república, pero la respuesta de Depardieu fue: Yo soy ministro de cultura del mundo.

En Rusia el impuesto sobre las superganancias fue introducido en 1926 pero fue derogado en 1934. Cuando en 1992 la economía rusa obtuvo el carácter de mercado pero todavía sin fuerte competencia, aparecieron empresas con ganancias demasiado elevadas. El ministerio de finanzas ruso elaboró el proyecto de ley de impuestos sobre tales ganancias que nunca ha sido realizado. Actualmente el sistema fiscal no prevé la introducción de ningún impuesto sobre ganancias  muy altas.

No se sabe exactamente si este hecho fue lo que atrajo la atención del actor francés a Rusia. Pero se conoce que cuando el tribunal constitucional de Francia anunció que el impuesto sobre las superganancias introducido por el presidente Hollande fue anticonstitucional y lo anuló, Depardieu dijo que no era este impuesto lo que había motivado su renuncia a la ciudadanía francesa sino su disgusto con los medios de información de Francia.

Con todo y eso, entre las personas de otros países que obtuvieron la ciudadanía rusa los franceses ocupan el primer lugar. El periódico belga Le Soir informó que 4 mil 503 franceses obtuvieron pasaportes rusos, pero no indicó en qué período de tiempo esto sucedió. Mientras tanto otra persona de relieve de la cultura francesa, la estrella de cine de los años 60 Briggite Bardot, siguiendo el ejemplo de su compatriota Depadieu, anunció sus planes de cambiar de ciudadanía. La famosa defensora de los animales, Bardot dijo que el líder ruso está dispuesto a escuchar sus palabras sobre la defensa de los animales. Si el tribunal francés falla a favor de la matanza de los dos elefantes por cuyas vidas está luchando la famosa actriz, ella no excluiría la posibilidad de obtener la ciudadanía rusa, enfatizó.