Matar al INE

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) no lo dijo así, en esos términos, que alguien quiere matar al INE, pero lo cierto es que el “discurso antielecciones” al que se refirió Lorenzo Córdova nació junto con Ayotzinapa, y forma parte de otras estrategias para tratar de quebrar el Estado mexicano.

La confianza está rota

“El gobierno de México se ha visto muy lento en darse cuenta de que el sentimiento del pueblo se ha puesto en su contra”. Creyó que haciendo una reforma tras otra era suficiente para tener éxito. Hoy después de los escándalos de corrupción, de los casos de la casa blanca y de la residencia de fin de semana del secretario de Hacienda, se encuentra “destruida la confianza” pública.

Se acabó Marcelo

Pocos políticos tienen y han tenido un ego tan enorme como Marcelo Ebrard. Ha sido un constructor de máscaras; de sus propias máscaras. La más importante de todas es la que se coloca para representar a un demócrata. Se la puso desde que renunció al PRI, se la puso para pertenecer al PRD y la presumió durante seis años como jefe de Gobierno del Distrito Federal, con todo y que gobernó única y exclusivamente para su partido y para quienes podían apoyar su proyecto político.

Vínculos entre Los Rojos y la Normal

La grabación donde Felipe Rodríguez Salgado, alias el Cepillo, declara que un integrante de Los Rojos pagó a José Luis Hernández Rivera, director de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, por enviar a un grupo de estudiantes a reventar la reunión que ese día, 26 de septiembre, iba a encabezar la esposa del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, permitió entender muchas cosas.

La Verdad

México, cuya vida institucional está en riesgo, necesita como un enfermo grave —reclamado cada vez con más frecuencia por la muerte— de una alta dosis que lo libere. El país necesita de la Verdad para salvarse. Para preservar lo que le queda de estabilidad, de unidad, de gobernabilidad.

La corrupción destruye el país

El sistema nacional de combate a la corrupción presentado por el Partido Acción Nacional es una propuesta ingenua. Sin embargo, la decisión del Senado de la República de posponer, sin fecha definida, la aprobación de ésa o de otra iniciativa en la materia es una mala señal. Digamos que es el peor mensaje que los partidos políticos pudieron dar a la ciudadanía en este momento.

Urge encontrar la ruta del cambio

Durante los últimos 60 días, después de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y de intentos prefabricados por el crimen organizado para incendiar el país, las preguntas que se repiten con ansiedad, que van y vienen de un lugar a otro, gravitan entre el si ¿ya se acabó el sexenio?, el ¿qué sigue?, y si ¿hay solución?

La orden es clara: ¡linchar!

Este editorial tal vez debió estar dedicado a la carta publicada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas sobre la crisis del Partido de la Revolución Democrática. Sin embargo, la intolerancia —por decir lo menos— con que fue recibido el editorial pasado, me hizo ver, con más claridad, que las libertades en México están en riesgo.

La trampa

La cadena de protestas y actos vandálicos —perfectamente bien orquestados— replicados en varias partes del país demuestra que la desaparición y probable extermino de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa forma parte de una trampa estratégicamente puesta a México.