Pasan tantas cosas graves en el país y en tan poco tiempo, que los ciudadanos no logran asimilar un hecho, acto o circunstancia y ya viene uno nuevo de mayor magnitud o crudeza. Todo parecía indicar que lo sucedido en Tlatlaya en el Estado de México, era lo más fuerte que veríamos y no fue así. Como si se tratara de un destino trágico, del cual el país no puede alejarse, vino la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Sin duda, los dos temas más álgidos que se encuentran en la opinión publica en materia de seguridad, y que han generado que miles de ciudadanos se manifiesten en las calles, muchos de ellos son los de siempre, los que buscan cualquier motivo para confrontarse con la autoridad, y muchos otros con legítimo derecho e interés por haber sido afectados de manera directa.