Díaz Serrano: leal servidor público
Nunca se amargó. Fue siempre realista. Tanto que reconoció que la lucha política puede ser desalmada, pues se trata de lastimar al adversario político.
Nunca se amargó. Fue siempre realista. Tanto que reconoció que la lucha política puede ser desalmada, pues se trata de lastimar al adversario político.