Detrás de Dario Fo, hubo una mujer excepcional

“Tuve la suerte de tener una mujer excepcional”, declaró Dario Fo”, pintor, comediante, dramaturgo, Nobel de 88 años. Con ella, que murió el año pasado, en el 2013, vivió 60 años. Hijo de un ferroviario socialista quiso ser pintor antes de escribir. Con su esposa creó una compañía y montó un centenar de obras, desde Muerte accidental de un anarquista, que lo hizo figura de la izquierda italiana. Sumaron como mil representaciones.

Alí Chumacero era un endemoniado para editar libros

Habla el poeta David Huerta: “Qué manera de trabajar (de Alí Chumacero, uno de los editores del Fondo de Cultura Económica FCE, que celebra 80 años de existencia). Como un endemoniado, con qué orden, limpieza, precisión. Pude verlo manejar el tipómetro y examinar minuciosamente las pruebas de imprenta. Yo sabía qué clase de enorme poeta y de erudito era y es. Ahora más por supuesto. Pero verlo trabajar en el FCE completó en mí la imagen que de él conservo y conservaré el resto de mis días.”

Se fue un actor y director de prosapia

Hijo de un maestro y rector universitario, Richard Attenborough (Leicester, Inglaterra, 1923) estudió y fortaleció su vocación en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, antes de debutar como actor en la famosa cinta Sangre, sudor y lágrimas, de David Lean y Noël Coward, en 1943. Tras combatir en la Segunda Guerra Mundial en la RAF, en una convulsa experiencia que irremediablemente marcaría su actividad artística y creativa ulterior, a su regreso sería contratado, en exclusiva, por los hermanos Roy y John Boulting, para su compañía la Carta Film Productions, en la que se convirtió en una maravillosa escuela de formación actoral sobre todo en el terreno de la comedia.

La ficción es como el sueño

Isabel Allende, escritora chilena de 72 años, pensó en renunciar a escribir, debido a la muerte de su hija Paula que le provocó una gran depresión. Ya era un éxito de ventas. Su agente, Carmen Balcells, que ha representado a los mejores escritores en español, le propuso que escribiera una novela a cuatro manos con su esposo, el escritor norteamericano William C. Gordon. Aunque el experimento fracasó, ella se salvó para continuar en la literatura, y ya escribió su primera novela de misterio, con el título de El juego de Zipper, publicada este 2014 por Plaza y Janés, en la cual la detective más eficaz es Amanda, una adolescente sin uniforme de policía.

Cuando escribo busco ser fresco y espontáneo

Habla Ricardo Yáñez, poeta de Guadalajara, que acaba de compilar su obra poética, editada por el Fondo de Cultura Económica: “Me he preguntado mucho sobre el sentido de la poesía y de ser poeta, y tengo la impresión de que ya no quiero escribir, porque es algo que no tiene mucho sentido. ¿Para qué llevo más agua al mar si no soy un río necesario?”. Pero dice que se trata de una etapa pasajera. Se define como un terreno baldío del que algo surgirá. El sentido de la poesía era para él algo evidente.

México es invitado de honor a la Feria Internacional del Libro de Panamá

A la décima Feria Internacional del Libro de Panamá, con México de invitado de honor, se presentarán 6 mil libros de 32 editoriales. Esperan la asistencia de 70 mil visitantes. Entre los escritores mexicanos que asistirán figuran Jorge Volpi, Juan Villoro y Carlos Cuauhtémoc Sánchez, informó Ricardo Cayuela, director de Publicaciones del Conaculta. La nota es del staff de Cultura de Reforma.

Antes de triunfar, Sabina maquilló cadáveres

Habla Joaquín Sabina, de 65 años, músico y poeta español: “Yo no tenía ningún proyecto y, si lo tenía, no era éste”, el que desarrolló. “Sino algo mucho más abarcable, ser profesor de literatura, de enseñanzas medias en un instituto machadiano. Durante los fines de semana escribiría mi Ulises como James Joyce, una obra que no iba a entender nadie, pero que me iba a dar mucho prestigio. Nada que ver con lo que ha pasado.” Eso sí, cuidándose la voz, precisó.

En primer lugar, soy escritora, no activista

Cuando a Nadine Gordimer (Sudáfrica, 1923-2014) le preguntaron si era complementario ser escritora y activista, dijo: “En primer lugar, soy escritora. Escribo desde los nueve años. Conforme crecí descubrí cosas extrañas. Estudié en un convento para niñas blancas y los sábados íbamos a cines para blancos. Los negros tampoco podían entrar a la biblioteca municipal. Todo eso me llamó la atención. Mi madre me motivaba a que leyera, y pronto leí todo tipo de libros. Si hubiera sido negra habría sido más difícil ser escritora porque la única capacitación para un escritor es leer y leer. Creo que ese tipo de experiencias me orilló al activismo. No son complementarias. Al final obedecen a cuestiones individuales”.

José Agustín, para mí, es un loco genial

En una semblanza, Vicente Leñero, escritor y periodista, cuenta que, siendo reportero, conoció a José Agustín y a Gustavo Sainz en Claudia, revista femenina, editada por el diario Novedades. José Agustín, de 21 años, usaba el segundo nombre como apellido, sin el Ramírez. Relajiento, desenfadado, antisolemne, cumplía puntual las órdenes de trabajo, como investigar cuáles eran los mejores colchones, cerraduras o licuadoras que podían comprarse en México; redactar consejos de belleza y el horóscopo mensual.