La locura. De cada cien chilangos, uno pide a gritos la camisa de fuerza
Al igual que a los chinos, a quienes los occidentales les parecen muy feos, para los provincianos, los capitalinos les parecemos otro tanto. El mexicano feo, el peligrosito, aquel de quien hay qué cuidarse, el doble cara, el “abusado”, “transa”, “trinquetero”, “cuento”, “payaso”, “chueco”, “tal por cual” y veinte etceterotas más no es el indio Seguir Leyendo


