Luis Martín Garza Gutiérrez (Luis Martín) asume en las páginas que componen su libro Pioneros de teatro universitario 1858-1958, que ha sido un hombre afortunado, al que la vida le dio el privilegio de testificar en torno a muchos momentos relevantes, quizá mágicos del quehacer teatral neoleonés, vividos con tanta pasión, que lo conducirían a convertirse en uno de los protagonistas esenciales en el teatro mexicano, como propulsor de la Muestra Nacional de Teatro (1986-1995); o como formador de generaciones y generaciones de teatristas, y siendo vivo exponente de un teatro siempre tendiente a la dignificación del fenómeno estético, a la vinculación del teatro con la sociedad.