Se desatan especulaciones e hipótesis
Es natural que a dos años de la elección presidencial se desaten las especulaciones y las hipótesis.
Es natural que a dos años de la elección presidencial se desaten las especulaciones y las hipótesis.
Ahora lo impensable es no criticar al presidente de la república.
Quizá sea hora de hacer una reforma política.
Ni siquiera la elección del llamado “constituyente” para la Ciudad de México ha logrado emocionar.
Todo lo que se discute en el Congreso significa entablar negociaciones políticas.
Convertir México y su gobierno en blanco de acusaciones de consuetudinarios violadores de los derechos humanos.
Más allá de burlas, sarcasmos e insultos, quizás es tiempo de que seamos realistas.
Preocupante es la ira que parece haberse generalizado en el ánimo de muchos de quienes decidirán.
Resolver el grave problema de la contaminación ambiental exige aceptar sin rezongar medidas difíciles e impopulares.
Ensalzar las prendas personales de unos candidatos y hacer trizas la reputación de los adversarios.
La única diferencia entre demócratas y republicanos es que los demócratas favorecen la legalización de los indocumentados.
Como sociedad democrática, no debemos aceptar ser sometidos al poder de los no elegidos.
¿Por qué trasladar a las autoridades la responsabilidad de recuperar el auditorio?
Conforme avanzan las elecciones primarias norteamericanas, parece más real la posibilidad de que llegue a la Casa Blanca un movimiento populista de derecha encabezado por el billonario Donald Trump.
Podrían sumar años las horas dedicadas desde hace mucho tiempo a denunciar la corrupción en la sociedad mexicana.
Hasta el infinito se han multiplicado las reacciones por la visita del papa Francisco a México.
Ha ajustado otra vez su gabinete el presidente Enrique Peña Nieto. El cambio que más atrajo la atención del mundo político fue la salida de Emilio Lozoya de Pemex, reemplazado por José Antonio González Anaya.
Es innegable que los partidos políticos atraviesan por un momento difícil, un momento en que se descalifica su rol en la sociedad mexicana, y sectores muy influyentes consideran que, en palabras de Ivan Doherty, es más virtuoso ser miembro de una organización no gubernamental que de un partido, o siquiera ser activo simpatizante de cualquiera de los partidos políticos nacionales.
Hemos empezado la semana con otro escándalo. No un escándalo nuevo, uno recalentado, por la tenacidad —o terquedad, si se quiere— de los fiscales texanos que le han apretado las tuercas implacablemente a los excolaboradores del gobierno de Coahuila que encabezó Humberto Moreira.
La reaprehensión de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, ha desatado una avalancha de información, pero también de especulaciones, pero también puede significar una nueva ocasión para que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto relance la política anticrimen.