La soledad del laberinto
El actual gobierno mexicano puede darles profusa asesoría. Somos consumados artistas en ello.
El actual gobierno mexicano puede darles profusa asesoría. Somos consumados artistas en ello.
Lo ideal es excelentes leyes y buenos jueces. Y es mejor jueces buenos y leyes malas, que leyes buenas y jueces perversos.
No olvidemos que cuando la derecha clerical avanza peligrosamente, la izquierda radical toma el poder.
Las víctimas de esa infame violencia eran mujeres y hombres de la tercera edad, quienes cometieron la gravísima falta de asistir a dar clase
Muchos resultados electorales corren por una dirección opuesta a la voluntad de la mayoría de los mexicanos.
Aspira a salvar la educación, con o sin maestros, y aun en contra de ellos.
Calificar a un gobierno de que “no sabe, no puede y no querrá jamás otra cosa”, como lo hace Proudhon, no deja de ser una ficción.
Se llevarán a cabo ceremonias y desayunos, imponiendo preseas y otorgando premios con rituales tan rancios como vacíos.
“Esto pareciera tan sólo el principio de un Estado totalitario que no podemos permitir”.
Nos autoengañamos si decimos que únicamente la tortura se da en casos aislados.
Cada quien lleva su dinero a donde le dé la gana, siempre que sea bien habido.
Posible que los reales propietarios de la actual soberanía sean los más ricos del planeta.
La honradez y la corrupción han coexistido en todas las formas de organización humana, y en toda persona física o moral.
Esta Semana Santa 2016 fue (como todos los años que han transcurrido desde que Constantino y su generación
Juárez y su generación fracturaron la espina dorsal al Estado eclesiástico.
Lo alarmante, a grado de amenaza global, es que la mayoría del pueblo de Estados Unidos le esté dando su admiración, confianza y su promesa de voto.
El inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto generó esperanzas. Enredados y explosivos problemas recibió de herencia. Tres graves asuntos vinculados entre sí destacaban: el económico, el educativo y la seguridad pública.
El papa Francisco fue bienvenido a México, y su discurso coincide con lo que piensan los mexicanos, agregando él la forma expresiva y su relevancia espiritual.
Nuestra Carta Magna, en su versión vigente al mes de febrero 2016, es un ejemplo claro de lo que no debe hacerse en materia legislativa.
México ha tenido algunas ventajas con ese tratado, pero sus niveles de corrupción y la apertura ante los poderosos lo hizo más vulnerable.