Los pendientes de Néstor Moreno… y Elías Ayub
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos destapó la cloaca de corrupción en el otorgamiento de millonarios contratos de CFE a empresas extranjeras.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos destapó la cloaca de corrupción en el otorgamiento de millonarios contratos de CFE a empresas extranjeras.
Nunca antes un gobierno dio tantas muestras de intolerancia y persecución contra los sindicatos independientes.
Que el responsable del desaseo procesal rinda cuentas de sus irresponsables actos.
La procuración y administración de justicia se aplican bajo los designios exclusivos de Felipe Calderón en una innegable tragicomedia nacional.
Los expertos en la materia se preguntan dónde han quedado el Estado de derecho y su aplicación en el más elemental de los sentidos comunes.
Podemos imaginarnos en manos de quiénes irán a parar estos proyectos que pueden ser descabellados, sin utilidad pública alguna, pero altamente redituables.
En Tlalpan se ha dado de forma evidente el robo del cableado de cobre que ha sido sustituido por el de aluminio por los contratistas de CFE.
El paso de Sergio Hidalgo por el SAE sólo sirvió para encubrir los ilegales y arbitrarios manejos que se dieron con los bienes de la extinta Luz y Fuerza.
Parece que a la mayoría de los legisladores federales los dos millones de quejas presentadas en San Lázaro por los molestos usuarios de todo el país, les pasaron de noche y en lugar de meter en cintura a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la volvieron a dotar de jugosos recursos para el 2012.
La Comisión Federal de Electricidad está haciendo cobros excesivos en sus recibos de luz a la gente pobre, lavándose las manos bajo el argumento de que es la Secretaría de Hacienda la que fija las tarifas.
Insultante que en un país con tantas riquezas como el nuestro haya un reducido sector social que pueda darse el lujo de comprar autos de un millón de pesos cuando hay millones de habitantes que no tienen siquiera para llevarse un pan a la boca.
El Presidente ha terminado por convertirse en rehén de sus propias palabras y contradicciones; gran parte de las causas por las que se ha deteriorado la impartición de justicia y el Estado de derecho provienen del arbitrario y errado ejercicio del poder público.
El histórico espacio es de todos los mexicanos, pero de aquellos que se lo han ganado a pulso, que lo han defendido a través de los años como tribuna de la libre de expresión.
Se ha quedado sin interlocutores válidos. Es ya un mandatario que se ha aislado de los grandes acuerdos nacionales. Mal síntoma.