El lobo de Wall Street, una decepción
Martin Scorsese ofrece una película que parece mirar y no juzgar —con algunas escenas simplonas con las que algunos ríen—, pero que podríamos considerar crítica del sistema americano basado en ganar dinero, poder, placer a cualquier costo, y en donde cualquiera es comprable y vendible; en el que prevalecen los blancos y antiguos protestantes, pues no hay personajes principales de otras razas (salvo uno secundario que curiosamente es asiático y otro aparentemente judío, actualmente dos de las fuerzas motoras del dinero en Estados Unidos).
