Como un hecho inédito se tomó la decisión del papa Francisco de aceptar la renuncia del cardenal Norberto Rivera Carrera a tan solo seis meses de haber sido presentada. Diversos especialistas señalan que se debe a las contradicciones o desavenencias políticas, religiosas e ideológicas entre el pontífice y Rivera Carrera.

Por el contrario, el anuncio de la llegada de Carlos Aguiar Retes, quien fungía como arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, fue bien recibida sobre todo cuando, al igual que Francisco, el cardenal sucesor es conocido por tener una forma más abierta a la hora de tratar temas polémicos, como el rol de la mujer en la Iglesia católica, la violencia, la homosexualidad y el combate a la pederastia.

Se dice que a diferencia de Norberto Rivera, que tenía un estilo brusco, tosco, malhumorado, Carlos Aguiar Retes es más refinado, suave, dialogante, lo que ayudará al Vaticano a conseguir que el Episcopado mexicano pueda moverse más al centro, dejar a un lado el conservadurismo con el que se ha manejado. De esa manera, se buscar acercarse a una sociedad mexicana más dinámica y moderna.

En entrevista con Siempre!, el especialista en temas religiosos, Bernardo Barranco asevera que Aguiar Retes llega a una Arquidiócesis en bancarrota, hecha un desastre en materia de evangelización. “Hay una caída precipitada de fieles, pues la imagen tanto del cardenal Rivera como de la Arquidiócesis está por los suelos, por ello, las primeras acciones a tomar deberán ser correctivas, frente a la debacle que venía arrastrando”.

Indica que el mayor reto al que se enfrentará Aguiar “no será tanto político —no tiene que ver si se va a aliar en 2018 con el PRI o con el PAN— sino que tendrá que reconstruir una Arquidiócesis con un gran fracaso pastoral, con una gran pérdida de fieles. Deberá tender nuevos puentes, establecer bases de escucha mutua y de esa manera dialogar con curas, congregaciones religiosas y parroquias”.

Perfil

De acuerdo a Barranco, Aguiar Retes es un cardenal del aparato eclesiástico cuya experiencia está mucho más desarrollada en el ámbito político, por eso su reto es fundamentalmente pastoral, “deberá recomponer el desastre que dejó Norberto Rivera y tratar de lanzar nuevas  hipótesis de reencuentro con la población de la Ciudad de México”.

“No será un obispo progresista, que huela a oveja, porque su trayectoria no lo avala como tal. Es un hombre de aparato, de estructura, de cargos en el interior de la Iglesia, lo que significa que es una persona que sabe manejar el poder y sus vínculos”.

Lo que lo distingue —afirma—– no es su paso por Texcoco o Tlalnepantla, sino el haber sido presidente y secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, así como presidente y vicepresidente de la Conferencia Latinoamericana de Obispos.

“En este momento, el problema de la Iglesia mexicana es su imagen. Está muy desgastada, por lo que las artes o la experiencia que pueda tener en materia de política le podrán ayudar, pero no mucho. Lo que tiene que hacer es una conversión pastoral en la Arquidiócesis”.

Al hablar sobre  la posición que tomará el nuevo arzobispo primado de México ante algunos temas que a lo largo del tiempo han sido controvertidos, como la interrupción del embarazo, la píldora del día siguiente, la unión entre homosexuales, entre otros, Barranco señala que en el fondo Carlos Aguiar Retes no será muy diferente a Norberto Rivera, simplemente las diferencias estarán en la forma.

“Son temas en lo que Rivera fue muy tosco, confrontador, no se tentaba el corazón para condenar, descalificar o chantajear ya fuera a la Asamblea del Distrito Federal en aquel entonces, o a ciertos personajes. Sin embargo, hay que recordar que Aguiar Retes modificó junto con el PAN y el PRI  a escala nacional la reconversión de artículos constitucionales que penalizaron el aborto”, indica.

El especialista destaca que, a diferencia de Rivera, Aguiar llevó a cabo estos acuerdos de una manera más silenciosa, no con debates de confrontación, sino mediante acuerdos con los poderes legislativos de 19 estados, “en ese sentido, no debemos esperar demasiado del nuevo arzobispo, lo que sí podemos esperar es una nueva actitud, más elegante y sutil”.

 

Un movimiento estratégico

Barranco asevera que al analizar la sucesión de Carlos Aguiar, la cual considera que fue un movimiento estratégico y político del Vaticano, se debe hacer desde una perspectiva mucho más amplia en la que se tomen en cuenta no solo las circunstancias locales, sino el conjunto de fuerzas que se mueven en el ámbito global.

Explica que “desde hace más de dos años el papa ha enfrentado una creciente rebelión de sectores ultraconservadores en torno a las posturas que el sumo pontífice tiene sobre la familia. De manera muy abierta lo han enfrentado, al grado de que, hace un par de meses, grupos de ultraderecha conformados por obispos, teólogos, intelectuales y académicos lo calificaron de ser un papa hereje”.

Pensando en esa lógica, la sucesión de Carlos Aguiar Retes no solamente se da por una circunstancia local interna, sino también dentro de lo que se puede llamar una geopolítica interna que está candente; “a través de una serie de movimientos, sobre todo los conservadores, están cuestionando su liderazgo, por lo que necesita fortalecer sus alianzas, y Carlos Aguiar es una persona que le genera confianza, lealtad a su proyecto, pero sobre todo lealtad”.

Asevera que el hecho de que Aguiar tenga el puesto más alto en la Iglesia mexicana hace que se pueda convertir en un factor determinante en una Iglesia como la mexicana, que tiene mucho peso internacional, “pero por qué no escogió a otro, porque tampoco tenía mucho de donde escoger; sin embargo, Aguiar Retes, al ser un amigo leal, será el hombre del papa en la Iglesia mexicana”.

 

Francisco, un pastor, y Retes, un príncipe

Al hacer un símil sobre el perfil del papa Francisco y del nuevo arzobispo primado de México, Barranco dice que aunque se puede decir que ambos se encuentran en un mismo bando, dada la gran amistad y empatía que existe entre ellos, son muy diferentes.

La mayor diferencia entre ambos —apunta­— es la parte pastoral. “En la memoria no tengo imágenes de Carlos Aguiar cargando niños, besándolos, acariciando ancianos, consolando enfermos como lo hace el papa Francisco; más bien, lo recuerdo como un príncipe”.

“Mientras Carlos Aguiar al asumir la Arquidiócesis de Tlalnepantla portaba una capa al estilo de Batman y en un BMW, verde botella, convertible —por lo que fue muy criticado—, a Francisco se le recuerda por subirse al metro, vivir solo y hacerse de comer”.

Para Barranco, Aguiar tiene un estilo diferente. Le gusta el confort, las cosas mas finas, una vida principesca. “Su lado pastoral no es tan visible, por eso insisto en que su reto será fundamentalmente pastoral, aunque este hecho no quiere decir que no lo pueda desarrollar, pues es muy claro que los puestos hacen a las personas”.

El proceso electoral de 2018

Aunque Aguiar Retes llega con el estigma —que está empezando a circular en los medios— que no solamente le señala de ser un obispo priista, sino proclive al grupo Atlacomulco, el cual deberá de desdibujar, declara que en este proceso, la mayor incidencia será la misma ausencia de Norberto Rivera en el escenario electoral.

Recuerda que desde hace varios años Rivera Carrera ha venido hostigando, acechando y amenazando a la clase política cuando algún candidato que se pronuncia a favor de temas como el aborto, el respeto a los derechos humanos, la unión entre parejas del mismo sexo. “Ahí era cuando el cardenal comenzaba a sacar criterios para que los católicos votaran por los candidatos que tuvieran valores morales de la Iglesia”.

“Este acecho tuvo su momento culminante el año pasado, cuando el presidente abrió la puerta a los matrimonios homosexuales; la respuesta de la Iglesia fue muy violenta. Inmediatamente viene el proceso electoral, donde el PRI sufre una de sus dolorosas derrotas en los estados y Rivera se adjudican dicha derrota, diciendo que hubo un voto de castigo católico”.

El problema —indica— es que la clase política se compra esta idea y los candidatos dejan de hablar de esos temas, ante el miedo de un voto de castigo católico; sin embargo muchos analistas, como Roberto Blancarte y Elio Masferrer, rechazamos tal afirmación. No creemos que los obispos incidan en el momento de cruzar la papeleta”.

“Esta idea ha traído una deformación en las contiendas electorales, por eso el hecho de que salga Norberto Rivera de la escena puede ser un factor de distensión. Podrá haber una mayor libertad de la clase política, de los partidos, de los candidatos para expresarse sin tanto temor”.

El adiós de Norberto Rivera

En torno a la manera en que se dio la noticia del relevo de Norberto Rivera, Barranco relata que en realidad en un principio se trató de una filtración que hizo la misma Arquidiócesis, la cual posteriormente fue confirmada por el Vaticano.

Sobre la carta con la que Rivera Carrera destaca que simplemente se trata de una justificación de algo que esta presente en la conciencia del cardenal, pues “antes de pedir perdón a aquellos que ofendió, se ufana con orgullo de no haber bajado la guardia al defender la agenda católica”

“Se trata de una carta insuficiente pues el daño está hecho. El cardenal lleva mas de 15 años enfrentándose de manera férrea a una sociedad capitalina que lo ha rebasado y por lo cual se encuentra en una crisis que desató al sembrar rudezas y cosechar tempestades. De ahora en adelante todo lo que no sea Norberto Rivera es bueno, pues se había convertido en un factor retardatario para la vida de la Iglesia, esperemos que ahora Aguiar Retes se encuentre a la altura”.


El acercamiento con la política

Al hablar sobre la manera de moverse de Carlos Aguiar en la política, Bernardo Barranco afirma que no se trata de un personaje ingenuo pastoral, sino un hombre que se ha sabido manejar en el poder. Que ha tenido la mayor experiencia y manejo de la esfera política del país.

La mitad de su periodo como presidente de CELAM fue durante la presidencia de Felipe Calderón; en aquel entonces, acompañó a varias reuniones internacionales al entonces presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América, Manuel Espino.

Cuando se va a Tlalnepantla, tiene un acercamiento muy fuerte con el entonces gobernador Enrique Peña Nieto. Carlos Aguiar participa en el primer acto de precampaña de Peña, cuando presenta en el Vaticano al papa Benedicto XVI a su novia Angélica Rivera, en torno a una exposición de piezas navideñas en 2009.

En 2011, cuando Peña Nieto ya era candidato a la presidencia, Carlos Aguiar logra un acuerdo político entre el PRI y el PAN para cambiar el artículo 24 constitucional que tiene que ver con la libertad religiosa. Fue un arreglo medio oscuro y turbio con los dirigentes del PAN y el entonces candidato Peña Nieto.

Otros ejemplos de su acercamiento a la política es la consagración matrimonial que le hizo a Eruviel Ávila o bien la reunión con todos los obispos del Estado de México que organizó, previo al proceso electoral, y en donde uno de los temas centrales fue justamente el proceso electoral.

El fracaso de Norberto Rivera

Para Barranco el gran fracaso de Norberto Rivera fue que nunca supo ni pudo dialogar sobre temas controvertidos con la sociedad de la Ciudad de México, por el contrario, siempre buscó imponer un conjunto  de normas tradicionalistas de la moral católica, pero la sociedad no solamente se resistió, sino que fue una sociedad de avanzada.

“Al tratar con una Ciudad de México moderna, dinámica, con un sector amplio que cuenta con una mayor escolaridad, se dio una crisis de mediación cultural entre el cardenal y la Ciudad de México. Él quería imponer a base de manotazos, cosa que no sucederá con Aguiar pues es un intelectual, culto, que podrá tener sensibilidad para dialogar con una sociedad moderna”.

Respecto al tema de la pederastia, Barranco recuerda que Norberto Rivera apostó por el encubrimiento, por defender a los curas delincuentes hasta el último momento. Sin embargo —dice— este es un problema que no solamente es de la Arquidiócesis de México sino de la Iglesia en su conjunto.

Aunque reconoce que el caso de Rivera más allá de estar en la cancha de la Iglesia se encuentra en el de la PGR, “existe una investigación en curso, por lo que la pregunta es si en caso de resultar responsable Norberto, las autoridades y el gobierno mexicano tendrán las agallas de penalizar, así sea de manera mínima, a un príncipe de la Iglesia. Creo que no se van a atrever”.

@emma_iza

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