Una casa para el señor Biswas (Debate, 1999, traducción de Flora Casas) es la novela más leída de V. S. Naipaul, premio Nobel de Literatura 2001, que murió el pasado 11 de agosto. La trama gira en torno a la vida miserable del personaje inspirado en el padre del escritor, pero ejemplifica bien las contradicciones del propio Naipaul, súbdito de la Gran Bretaña colonial, inglés por derecho, hindú por ascendencia y antillano por nacimiento, de genio literario incuestionable y opiniones incorrectas. Aquí las primeras líneas de su novela.

Diez semanas antes de morir, el señor Mohun Biswas, periodista de Sikkim Street, St. James, Puerto España, fue despedido. Llevaba enfermo una temporada. En menos de un año había pasado más de nueve semanas en el Hospital Colonial y convaleciendo en casa incluso más tiempo. Cuando el médico le recomendó reposo absoluto, a The Trinidad Sentinel no le quedó otra alternativa. Avisó al señor Biswas con tres meses de antelación y, hasta el día de su muerte, continuó enviándole un ejemplar gratis del periódico todas las mañanas.

El señor Biswas tenía cuarenta y seis años, y cuatro hijos. No tenía dinero. Su mujer, Shama, tampoco tenía dinero. Por la casa de Sikkim Street el señor Biswas debía, desde hacía cuatro años, tres mil dólares. Los intereses al ocho por ciento se elevaban a veinte dólares al mes; el arrendamiento de la tierra a diez dólares. Dos de sus hijos iban al colegio. Los dos mayores, que podrían haberle mantenido, estaban estudiando en el extranjero con becas.

Al señor Biswas le producía cierta satisfacción que, en tales circunstancias, Shama no fuera corriendo a casa de su madre en busca de ayuda. Diez años antes, ésa habría sido su primera idea. En aquellos momentos intentaba consolar al señor Biswas, y hacía planes ella sola.

—Patatas —dijo un día—. Podemos empezar a vender patatas. Por aquí andan a ocho centavos el kilo. Si las compramos a cinco y las vendemos a siete…

—Como para fiarse de la mala sangre de los Tulsi —dijo el señor Biswas—. Sé que toda vuestra panda sois genios de las finanzas. Pero echa un vistazo y cuenta cuántas personas venden patatas. Mejor será vender el coche.

—No. El coche, no. No te preocupes. Ya nos arreglaremos.

—Sí —dijo el señor Biswas con irritación—. Ya nos arreglaremos.

No se volvió a hablar de las patatas. Y el señor Biswas no amenazó otra vez con vender el coche. Ya no quería hacer nada en contra de los deseos de su mujer. Había llegado a aceptar sus opiniones y a respetar su optimismo. Confiaba en ella. Desde que se habían mudado a la casa, Shama había aprendido una nueva lealtad hacia él…

 

Obra inspirada en el padre de Naipaul.

Novedades en la mesa

El descubrimiento de los antibióticos marca un hito en la historia de la medicina porque duplicó la esperanza de vida al ser humano. Un recorrido por esa fascinante aventura es el libro La esperanza de Pandora. Un viaje a través de la ciencia e historia de los antibióticos, de Jimena Ramírez Frías y Raúl Álvarez San Martín (Facultad de Medicina, UNAM), recientemente presentado en el Antiguo Palacio de la Escuela de Medicina.