Con su vuelta a los mítines multitudinarios, Andrés Manuel López Obrador también regresó a sus declaraciones contradictorias y polémicas. Pese a que tan solo hace dos semanas dijo que recibía un país sin crisis financiera, al iniciar su llamada gira de agradecimiento, su discurso cambió y aseguró que el país se encuentra “en bancarrota”.

Ante las críticas, de manera irónica el presidente electo ofreció disculpas a los empresarios por sus declaraciones, aunque no se retractó de sus comentarios, “todavía se enojan, entonces, si están enojados, ofrezco disculpas. Les ofrezco disculpas y amor y paz”; sin embargo, los exhortó a que reconozcan el fracaso de las políticas neoliberales, las cuales han sumergido el país en una crisis económica y social a lo largo de 30 años.

Para hablar sobre el tema, Siempre! acudió a Guillermo Barba, economista y editor del boletín financiero Top Money Report, quien considera que las declaraciones de López Obrador respecto a que México está en bancarrota es una mentira, un invento, una ocurrencia, simplemente una declaración totalmente electorera en tiempos no electorales, que puede llegar a ser peligrosa.

“Hay que recordar que a López Obrador lo que le gusta es el mitin, la campaña y ahora se encuentra en una poscampaña electoral en la que está haciendo declaraciones como si continuara siendo un candidato y no el presidente electo, lo cual es realmente peligroso y hasta irresponsable”.

Ante esa realidad, recalca la urgencia de que el presidente electo se asuma como tal y se dé cuenta de que pese a no estar en funciones, debe actuar como titular del Poder Ejecutivo y entender que no puede seguir haciendo ese tipo de declaraciones, pues aunque sus dichos aún no son tan castigados por los mercados, al asumir el cargo, tanto él como su equipo económico van a tener los ojos encima de inversionistas que con un solo click ponen miles de millones dólares y se encuentran a la caza de este tipo de declaraciones.

“Una palabra mal dicha, una declaración a la ligera sí puede tener efectos en los mercados. Puede reaccionar el tipo de cambio a la baja y hacer que suba el dólar, lo que genera pérdidas en el mercado. Son cuestiones muy delicadas que no deben de hacerse a la ligera pues además son declaraciones que pueden ser aprovechadas por los inversionistas que están para ganar dinero, por lo que una mala declaración o fuera de la realidad, puede dejarles mucho dinero”.

Guillermo Barba.

No hay bancarrota pero puede llegar

De acuerdo con el especialista, hasta ahora los anuncios que ha hecho Obrador en materia económica han sido un tanto contradictorios, ya que depende del foro en el que se encuentra es lo que dice; sin embargo, considera que lo más importante es que cumpla su promesa de no tener déficit y no incurrir en aumento de la deuda, “ese es el primer paso, de ahí dependerá lo demás. Aunque no podemos tener el control sobre lo que sucede en los mercados internacionales, sí lo tendríamos de lo que sucede dentro”.

Dice que lo más importante es la cifra macroeconómica, “a partir de este equilibrio presupuestal, lo demás es lo de menos. De eso depende que no lleguemos a la bancarrota. Por un lado, es importante lograr ese equilibrio fiscal, pero por otro, lograr contar con un consejo fiscal que se encargue de supervisar desde afuera que el presupuesto se ejerza con responsabilidad y no se incurra en un déficit que a la larga termine generando deuda”.

Tras aceptar que se encuentra muy escéptico en todo lo que tiene que ver con el tema económico pues no se ha presentado ningún programa, Guillermo Barba reitera que es importante estar atentos a que el próximo gobierno cumpla con sus promesas pues lo que nos puede llevar a una bancarrota es que no haya finanzas sanas y equilibradas.

Pero sobre todo cuando hace declaraciones en las que señala a Banxico como responsable de alguna futura crisis, lo cual puede ser riesgoso pues se puede llegar a atentar contra su autonomía, “hablo de atentar contra la autonomía de Banxico al tomar la decisión, al igual que en Venezuela, de empezar a imprimir dinero. Eso sí nos puede llevar a la bancarrota”.

Características de una bancarrota

Guillermo Barba recuerda que una bancarrota se define cuando una persona, empresa o país tiene incapacidad de llevar a cabo los pagos y compromisos de deuda, lo cual le obliga a una suspensión de pagos y a solicitar un rescate del Fondo Monetario Internacional, como es el caso de Argentina, que solicitó una línea de crédito para poder pagar a sus acreedores.

Al caer en bancarrota se cierran los mercados de crédito, lo cual es gravísimo porque si de por sí no hay dinero que alcance, cuando se cierra el crédito no hay de dónde sacar dinero y tienes que bajar el gasto y entonces pasa lo que en Venezuela, que tiene cerrado el acceso a financiamiento externo, y por esta razón la solución, entre comillas, es imprimir dinero a nivel local para pagar sus compromisos, con dinero que no vale nada, la consecuencia es generar una enorme inflación.

“Por el contrario, México esta lejísimos de esa situación, pues tenemos niveles suficientes aunque no sean viables, de reservas internacionales, un déficit que aunque no es el mejor, es manejable, un superávit primario, el cual significa que descontado el pago de la deuda los ingresos superan a los gastos y además cuenta con acceso a los mercados de crédito por lo que todavía tiene una calificación de grado de inversión en su calificación crediticia”.

El analista y experto en finanzas señala que si hacemos una analogía con las personas, alguien que está quebrado se encuentra en la lista del buró de crédito, mientras que quien tiene un buen historial se encuentra accediendo al crédito, “para decirlo en pocas palabras, México no se encuentra en el buró de crédito”.

“Es un país que pese a tener algunas restricciones como todos, porque tampoco tiene una fuente inagotable de recursos, tiene acceso al crédito, al mercado de deuda, le prestan a tasas relativamente atractivas. No es un país que se encuentre ni siquiera en la antesala de una renegociación de su deuda. México como país no tiene ese riesgo en ese momento, sus acreedores no tienen esa preocupación como sí la tienen los acreedores de Argentina o de Venezuela”.

México sí conoce la bancarrota

Dice que en varias ocasiones México ha llegado a estar en situaciones de bancarrota, como en 1982 cuando se anunció la suspensión de pagos a acreedores extranjeros y se inició una renegociación de la deuda con Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI); o bien la más reciente en 1994.

“Durante la crisis del 94, se podía decir que estábamos prácticamente en bancarrota, cuando se enfrentó al famoso error de diciembre, pues había un nivel bajísimo de reservas internacionales, problemas graves con el déficit de la cuenta corriente, así como de una serie de pagos, sin dejar a un lado que se tuvo que recurrir al rescate, situación muy distante a la que vivimos hoy en día”.

Aunque afirma que nuestro país actualmente no se encuentra en bancarrota, reitera que puede llegar a estarlo si no se actúa adecuadamente, “a propósito de la declaración de Obrador, la clave no se encuentra en lo que suceda en los mercados internacionales o del manejo de Banxico, muchos menos cuando esa institución se ha distinguido desde que logró su autonomía por ser responsable y garantía de estabilidad”.

Lo cual —indica— no se puede decir de ningún gobierno que ha tenido el país, “hablamos del PAN, PRI, y ahora que va entrar Morena, tampoco se ve que vaya a haber un control o un amarre del gasto. Por el contrario, hasta ahora todos los políticos han gastado más de lo que nos cobran por impuestos, lo que se traduce en la causa más importante de que el dólar siempre vaya a la alza”

 

Los recursos nunca alcanzan

Guillermo Barba dice que siempre es necesario tomar en cuenta que el gobierno no es ninguna fuente de riqueza y por lo tanto los recursos siempre serán escasos, por lo que es difícil satisfacer todas las necesidades de la población con cargo al sector público.

Explica que de hecho todos los ingresos del gobierno tienen que venir de la vía de los impuestos, incluso la deuda, ya que puede considerarse como impuestos a futuros pues justamente se paga con los mismos impuestos; es decir, se traen al presente impuestos que todavía no se cobran para pagarlos al futuro con cargo a los contribuyentes. Esa es la deuda.

Finalmente —indica— tanto los impuestos tributarios como la deuda del gobierno los pagan los contribuyentes, “por esta razón nunca alcanza el dinero, porque las necesidades son infinitas y los recursos escasos. Por esa simple razón no es posible cumplir las demandas al 100 por ciento”.

Considera que no solo todas las demandas son imposibles de cumplir, tampoco todos los compromisos a los que se ha comprometido Obrador, sobre todo porque —afirma— muchos de esos proyectos son inviables o solo serán posibles parcialmente y esa es la razón por la que el próximo gobierno ha tenido que matizar algunas de sus promesas.

“Pese a prometer que la gasolina no iba a seguir aumentando, ahora Alfonso Romo declara que el precio de la gasolina no se va a congelar, por el contrario, se va a apegar a las tasas de mercado, lo que en esencia es lo mismo que se ha venido haciendo hasta ahora. En cuanto al programa de apoyo para los llamados ninis, ya no será directamente a través de los jóvenes, sino de apoyos a las empresas. En fin han sido una serie de promesas que se han ido matizando a lo largo del tiempo”.

Señala que, como bien dice Obrador, no va a ser posible cumplir todas las demandas que se le hacen, pues por el contrario podría resultar peligroso, “por ejemplo el hecho de que trate de cumplir con la construcción de la refinería es inviable pues presupuestalmente no hay los recursos para hacerla y, además, Pemex tendría que dejar de dedicar recursos a lo que sí le deja ingresos, que es la producción de petróleo crudo”.

“Eso es lo que deja divisas y, por el contrario, para Pemex no ha sido negocio para la producción de gasolina, ante los problemas financieros tan fuertes que hay, lo que se debe seguir es con la exportación de petróleo crudo. Más cuando en el contexto que estamos sabemos que las gasolinas se van a utilizar cada vez menos, porque prácticamente estamos a algunos años de pasar de la utilización de autos de gasolina a pasar a los autos eléctricos. En 10 años la excepción será el auto de gasolina”.

Inflaciones acumuladas

Al hablar sobre la posibilidad de que la emisión de un billete de 2,000 pesos, lo cual no ha sido confirmado, pueda ser el indicio de que en el futuro haya una devaluación, es totalmente falso pues contrario a lo que se piensa, “el hecho de que se tengan que emitir nuevos billetes o que se tengan que cambiar monedas para hacerlas más pequeñas, es la consecuencia de inflaciones acumuladas en el pasado y no tiene que ver con inflaciones futuras”.

“En este momento, podríamos decir que sería consecuencia de inflaciones acumuladas desde el año 2000 o antes, pues aunque hemos tenido inflaciones relativamente bajas de unos cuantos puntos, en un plazo de 10 años se acumulan y hacen que el valor de un billete ya sea mucho menor”.

En el caso de las monedas —indica— se dejan de hacer al acercarse al punto de fusión, que llega cuando la moneda vale más si se vende en el kilo que por el valor que realmente tiene y por tal motivo el Banco de México tiene que ordenar su retiro a fin de no generar una perdida mayor.