Entrevista con José Narro Robles, ex rector de la UNAM
Tras las críticas que el presidente López Obrador ha hecho en contra de la UNAM recientemente, la polémica se ha desatado.
Hay quien apoya estos señalamientos, en tanto que en diversos grupos sociales se rechaza la manera en que se califica a la Universidad Nacional de haberse derechizado, incluso si grado de convocar a un paro de actividades en protesta por lo dicho por el mandatario, exigiendo disculpas públicas.
Siempre platicó con el ex rector José Narro Robles, quien compartió que, en su opinión, se trata de una crítica que no responde a la realidad de la máxima casa de estudios, así como la necesidad de defender la libertad de cátedra y los problemas que se ocasionarían si se elimina el examen de admisión, entre otro temas que tocó nuestro entrevistado.
Esta es la conversación.
José Narro Robles, ex rector de la UNAM
¿Qué opinión le merecen las crítias que ha hecho el presidente López Obrador respecto a la UNAM?
Los comentarios que ha hecho están alejados de la realidad, por qué lo digo, pues porque cuando el presidente dice que la Universidad ha perdido su sentido social, la Universidad históricamente –y me voy a remontar no a los viejos tiempos, sino a la Universidad Nacional de 1910 para acá– siempre ha tenido un enorme contenido, una gran vocación social que se refleja, primero que nada, en el cumplimiento de las tareas que tiene asignadas, la formación de recursos humanos, la investigación y la difusión de la cultura. El siglo XX está plagado de ejemplos de como los universitarios han aportado al desarrollo del país, como los universitarios formados en la UNAM han tenido un compromiso y se puede citar la tarea cotidiana de los egresados de todas la áreas.
No es real que en el caso de la UNAM se haya perdido ese compromiso con la sociedad, tampoco es verdad que se haya entregado a una ideología, la Universidad siempre ha estado abierta a todas las corrientes de pensamiento, filosóficas, científicas, es casa de la pluralidad, de la A a la Z, caben todas las clases sociales, vocaciones, no es verdad que se haya entregado a una corriente.
El presidente habla de que se ha derechizado, perdón, pero realmente ahora en donde son más de 400 mil los universitarios en activo es injusto señalar que todos los estudiantes de la ciencias sociales son conservadores y los académicos lo son, no es así, a la universidad se ingresa no por la militancia, no por la pertenencia a una asociación o a grupos, de ninguna manera, la UNAM trata de servir a todos los sectores de la vida nacional y prepara para el ejercicio en el sector público, privado y social.
Finalmente, es erroneo pensar que dentro de la casa de estudios se puede tener un panorama distinto, no puede ser que con una comunidad tan heterogénea, tan diversa, es imposible guiar en una sola línea.
La opinión que tengo es que son señalamientos infundados y que no corresponden a la realidad.
En esta debate ha surgido el tema de la libertad de cátedra, ¿cómo explicarle la importancia de este tema al ciudadano común y corriente?
Es indispensable, en la Universidad –y pasa en cualquier parte del mundo– para realizar sus propósitos y objetivos conviene que tenga libertad, en el caso nuestro la libertad de cátedra es esa libertad para expresarse, para investigar, tiene que ver con la autonomía universitaria, esa libertad para organizarse, para darse los programas de estudio, para encontrar los órganos de gobierno y administración, para administrar sus propios recursos, pero con una acotamiento y es que en razón de que se utilizan recursos públicos la Universidad rinde cuentas, presenta sus estados financieros, es auditada desde fuera e informa a la sociedad, al poder legislativo, a la Auditoria Superior de la Federación; tengo la claridad de que se necesita libertad para hacer lo que se tiene que hacer y no estar cambiando según los términos de la político, la búsqueda de la verdad no puede tener un sentido político o ideológico, no tiene una militancia con un esquema político o ideología determinada.
Entonces, porqué es importante que se mantenga esa libertad, porque de esa manera la Universidad puede cumplir sus funciones, porque importa que los estudiantes tengan la posibilidad de conocer las distintas corrientes del pensamiento y que puedan formarse ellos mismos, con las enseñanzas de sus profesores, en el esquema que sientan que es más pertinente para ellos y para cumplir con su tarea profesional.
Queda muy claro que la Universidad en libertad puede cumplir mejor con sus funciones y que esa libertad es la libertad de cátedra, de pensamiento y de investigación.
Otro tema que ha generado polémica y del cual ha insistido desde hace muchos años el presidente es el del examen de admisión, ha dicho que es una injusticia y que no deben existir los rechazados, pero ¿qué impacto tendría eliminar dicho examen de admisión?
Es un asunto muy claro que tiene que ver con las posibilidades que tiene la UNAM por su parte, pero también otras universidades; la responsabilidad tiene que ampliarse, por un lado, y por otro tienen que entrar quienes reúnan los requerimientos académicos de conocimiento previo, al entrar a la preparatoria se requieren conocimientos en distintas materias y si uno va a estudiar ciencias sociales tiene que haber un conocimiento previo, tiene que cumplirse para entrar a cualquier universidad.
Es obvio que hay un cupo con el que se puede responder debidamente, con calidad, en la preparación porque no son infinitos los espacios, las aulas, los laboratorios, los talleres, las bibliotecas, las facilidades que se requieren, el profesorado, todo eso va condicionando una capacidad máxima.
Hay que reconocer que en nuestro país estamos por debajo de lo que se quisiera en materia de educación media superior y superior, es cierto, entonces lo que se tiene que desarrollar son más universidades, más instituciones de educación media superior y superior, no es un asunto solamente de voluntad, no es por querer excluir a alguien, están estos dos grandes factores, de un lado la capacidad, el cumplimiento de los prerrequisitos académicos, porque si no va a ser un fracaso, y del otro lado la infraestructura de la que se dispone, los recursos humanos con los que se cuenta, no son infinitos ni es posible extenderlos a todo el mundo, de ahí que el mecanismo que se ha venido utilizando desde hace muchos años es un examen de selección, la universidad admite a sus estudiantes con un examen de selección y a quienes no vienen del bachillerato con otro examen de admisión.
En su columna Salvador García Soto menciona un plan, tomando como prueba piloto a la Universidad Autónoma de Zacatecas, para cambiar la orientación hacia un modelo en el que se elimine el examen de admisión, ¿cree que esto es lo que está detrá de las críticas del presidenta a la UNAM?
No lo sé, de verdad lo digo, pues quien lo sabe es quien lo está planteando, lo que hay y es innegable es que hay una propuesta en la Universidad de Zacatecas que quisiera que los universitarios vean, discutan y debatan, a mi me preocupa que pudiera tener alguna otra intencionalidad.
Las universidades son estructuras sociales muy sensibles, son extraordinariamente sensibles, hay una composición, por un lado, de gente que tiene un nivel de educación por arriba del promedio nacional, por otra parte, en la educación se pretende formar el pensamiento crítico, pero crítico a todo lo que pasa en el país y fuera de nuestras fronteras, preocupa que se pretende imponer algo a una comunidad tan grande como es la universitaria, particularmente a las públicas, pero también a otras instancias.
Preocupa, y hay que decirlo: en los últimos años las universidades no han dado motivos de preocupación o molestia, hay demandas por presupuesto, del personal académico por tener mejores condiciones salariales y de trabajo, demandas por mejorar la cobertura de la educación media superior, el próximo año deberíamos estar alcanzando la cobertura universal en bachillerato y, sin duda alguna, no vamos a alcanzar ese proyecto.
Hay demandas de mucha gente y grupos que han sido dejados fuera en mucho, por ejemplo los pueblos originarios, en donde los jóvenes tienen una posibilidad mucho menor de ir a la universidad y cursos estudios que los jóvenes del medio urbano o de jóvenes ciertas condiciones económicas o sociales, es algo que tiene que corregirse.
México ha ido avanzando, lentamente, tiene que hacer una inversión mucho mayor en educación y en educación superior, en ciencia, en tecnología, en el campo de la innovación y de la investigación, necesita más inversión en estos campos, es indispensable para que el país venza sus rezagos y tenga lo que merece y sin duda alguna, la solución de algunos problemas, que son los problemas de siempre y son los verdaderos adversarios, son la ignorancia, la muerte prevenible, el desapego al Estado de derecho, la inseguridad, la violencia, la corrupción, por ahí pasan los problemas de México, la pobreza, la desigualdad, ahí están los grandes adversarios y los grandes retos del país.