El colmo de las mentiras sucedió el 3 de noviembre en Palacio Nacional, el presidente de la República se quiso colgar una medalla que no es suya, me refiero al acuerdo contra la deforestación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, también conocida como COP26.

El pasado domingo 31 de octubre, después de haber sido pospuesta un año debido a la pandemia por Covid-19, dio inicio en Glasgow, Escocia, la COP26, una conferencia internacional sobre el cambio climático organizada por las Naciones Unidas, en la que participan los casi 200 países que ratificaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1994.

La representación institucional que lleva la Cámara alta tiene distintas visiones dado que la pluralidad de los Senadores ha demostrado que existen dos visiones encontradas. La primera, de quienes han acompañado acciones legislativas como la destrucción de los fondos y fideicomisos a favor del medio ambiente, en donde Morena y sus aliados votaron a favor de la desaparición de estos recursos que procuraban la atención a problemáticas medioambientalistas.

La segunda, de quienes están en contra y que han argumentado la imperante necesidad de continuar con estos recursos, así como la necesidad de incentivar, cada vez más, el uso de energías limpias, baratas y sustentables.

“A ver, para que se enojen. ¿De dónde creen que salió esa idea? De ‘Sembrando Vida’”, dijo irresponsablemente López Obrador.

Dice el presidente que es para que nos enojemos. No presidente es para que nos riamos de lo que Usted dice. Porque eso sí, chistoso es.

Fíjense nada más. Primero la COP26 envía la Declaración sobre Bosques y Uso de la Tierra; Segundo, México no lo firma; Tercero. Ante la presión el día de ayer lo firman de manera tardía y hoy se le ocurre al presidente decir que la idea de la COP26 salió del programa sembrando vida.

No cabe duda que el presidente es megalómano además de mentiroso.

Y la pregunta es: ¿por qué no lo habrán querido firmar en un inicio? ¿Por qué lo firmaron hasta que se vieron presionados el día de ayer?

Parece que la respuesta se encuentra en el propio documento. Porque la Declaración establece que los países firmantes deberán conservar los bosques y los ecosistemas terrestres y obviamente eso choca con la deforestación que este gobierno está haciendo en el sureste de nuestro país con el proyecto del Tren Maya. Ya que están devastando, por ejemplo, la reserva de la biósfera de Calakmul. Las hectáreas de árboles están siendo deforestadas y obviamente contraviene lo establecido en la Declaración de la COP26.

Así que ahora, el gobierno tiene dos opciones. Cumplir con la firma y no deforestar o mentir a nivel internacional y no cumplir con los acuerdos de Glasgow.

Cómo se atreve a pensar que el programa sembrando vida es un ejemplo a nivel internacional. Mejor deberían llamarlo sembrando tranzas, ya que la Auditoría Superior de la Federación reporta recursos no entregados, faltantes en cuentas y pagos a personas que no estaban registradas.

Por su parte, las denuncias presentadas ante la Secretaría de la Función Pública destacan señalamientos por clientelismo electoral, desvío de recursos y sobreprecios.

Así es que no presidente, no mienta. Un programa tan corrupto como ese, no puede ser ejemplo de nada.

@kenialopezr

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