Transcurre la existencia y pasa la vida. Lo que empieza, termina y, en algunos casos, culmina. La sucesión de todos los momentos, que parecen muchos y, quizás, interminables, es el recorrido del ser que se sucede en línea continua, pero permite distinguir los tramos, los tiempos y las etapas. La más trascendente y significativa: la familia que se conforma y en la cual se es faro y ejemplo y beneficiario de la fortaleza que brinda. Recordar el hacer y también el no hacer, aunque siempre está presente el pensar, el reflexionar, el volver a pensar. Hacerlo en la soledad autoimpuesta y, con toda la frecuencia, en la convivencia que se construye, en el diálogo que se propicia y en el intercambio de ideas que se alienta. Ha partido José Patrocinio González-Blanco Garrido. Hasta siempre Patrocinio.
Vivir y amar la vida se conjugan en forma distinta. Una actitud bien puede reducirse o mantenerse en quedar sujeto a la determinación inexorable de lo que nos rodea, y otra se desenvuelve en el reto cotidiano de la voluntad frente a nuestra realidad: la dulce y tranquila, la serena y paciente, la azarosa y compleja y la adversa e irremontable. Amar la vida genera empatía con el entorno y con quienes lo enriquecen, y forja el carácter para hacerla más agradable a los demás. Es vocación por dar antes que recibir. Hasta siempre Patrocinio.
Amar la vida es componente esencial para sentir el cariño entrañable por la tierra donde se nace y el pueblo del cual se proviene; para encontrar las claves de la identidad no sólo familiar sino comunitaria, pero también de la mirada crítica y autocrítica para la superación del círculo más pequeño al que se pertenece y de toda la comunidad propia. Es elemento de raíz profunda para comprender la forma de ser del pueblo y las razones -de todo tipo- que la ilustran, la explican y la esculpen. Es el encuentro con el origen en búsqueda de la construcción del destino.
De Playas de Catazajá al Altiplano; de la capital del país a Cambridge; de Gran Bretaña a México; de la Ciudad de México a la República y de nuevo a la capital federal, y siempre en Chiapas, porque la persona tiene límites físicos pero su corazón y su mente tienen los alcances propios del sentimiento y la imaginación.
Es descripción del trayecto en línea de congruencia con la ascendencia familiar y de la tierra de origen. La Revolución y la nueva Constitución dieron salida al statu quo. La idea de la justicia social como vehículo de la muy necesaria y rezagada movilidad social; los derechos de la población campesina a la tierra y de la clase trabajadora a la equidad en las relaciones laborales. Se había arribado a un nuevo escenario de la sociedad mexicana, con aspiraciones de libertades e igualdad, y reivindicaciones soberanas sobre los recursos naturales y la posibilidad de su aprovechamiento en beneficio colectivo.
Es el escenario de la formación; de la Escuela Nacional Preparatoria a la Universidad Nacional Autónoma de México y al Trinity College de la Universidad de Cambridge; es el tiempo de colegir que hay un propósito en la historia reciente de ese momento de la sociedad mexicana y que los valores enarbolados se convierten en principios, y éstos en normas para que el propósito cristalice. Y de abrazar el vehículo profesional para contribuir a ese objetivo; de definir el instrumento para participar en los asuntos públicos y la política; de hacer de la ley la máxima de la conducta propia y la de los demás, como resultado de formas y comportamientos de deliberación democrática.
En la disciplina académica está el crisol de esa inteligencia brillante y vibrante y en la convivencia con los demás -marcadamente la política- la forja del carácter y la prueba del liderazgo. Preparación con determinación; alegría con generosidad; visión con compromiso; convicción con honor; congruencia con responsabilidad. Y ante todo, devoción por un México con las condiciones políticas, económicas, sociales y culturales a que tiene derecho toda persona. Saludos Patrocinio y hasta siempre.
Atender la vocación política es aceptar de raíz su indisoluble vinculación con las circunstancias; hacer lo propio y saber que podrá imperar lo no previsto, pero también que lo propio es prepararse para los retos que vendrán y luchar para que el entorno sea favorable. Es cumplir las tareas con la mente y la voluntad en el interés general y el beneficio colectivo; es armonizar diferencias y conducirse por los cauces del orden jurídico; es empeñar la palabra y no faltar al compromiso hecho.
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Estar en política es pensar en la comunidad antes que en los deseos personales; es argumentar y convencer con las ideas porque puede transmitirse el beneficio general para la sociedad y, a su vez, reconocer los derechos de la minoría y salvaguardarlos en armonía con los de la mayoría; es establecer vínculos para alcanzar metas comunes, porque se comparten las ideas y los medios para hacerlas realidad; es, también, tomar distancia y alejarse de aquello que no se comparte o de lo que se discrepa por el fin que se persigue o por los instrumentos que se ponen en práctica.
Hacer política es sustentar principios, asumir compromisos, tomar decisiones, llevarlas a su ejecución y saber que el juicio de lo pensado pasará a lo realizado, y que las circunstancias tendrán parte en la evaluación final; es actuar con el conocimiento esencial del pasado, la conciencia del presente y la responsabilidad del futuro; es aceptar que los cargos son transitorios y las comunidades dinámicas, pero que aspiran a ser permanentes.
De la Dirección de Inversiones de la Presidencia a la Subdirección de la Lotería Nacional; de la diputación federal a la Secretaría General de Gobierno del Departamento del Distrito Federal; de la Delegación Miguel Hidalgo a la Comisión de Desarrollo Urbano del Distrito Federal; del Senado de la República a la Gubernatura de Chiapas y a la Secretaría de Gobernación. Y siempre Chiapas en el corazón y en la mente, con la convicción de no volver a la tierra, que nunca se deja, sino de estar en ella.
Todo se conjunta en la retrospectiva del camino recorrido. Origen, trayecto, pausas, paradas, destino. Compañías, acompañantes, compañeros, amigos, aliados, rivales, adversarios, malquerientes. Ideas, propuestas, debates, coincidencias, acuerdos, discrepancias, desavenencias. Acciones, resistencias, compromisos, obstáculos, alianzas. Y siempre la resiliencia. Ser y hacer por voluntad propia; por ejercicio libertario que rompe cualquier atadura y permite hacer de la dignidad la compañera cotidiana. Hasta siempre Patrocinio.
Agradezco a nuestra Directora General y a quien esto lee la libertad que he tomado para recordar a mi amigo, quien en su tiempo se dedicó a la política.