Joaquín Pérez Sánchez
Según un informe publicado por el BID la “sólida recuperación de América Latina” muestra la existencia de “dos velocidades diferentes” que son también “dos formas” de adaptarse a los cambios de la economía mundial.
De acuerdo con el informe, Brasil encabeza un grupo de países que se desarrolla bajo un modelo exportador de materias primas y “orientado hacia los países emergentes” y otro grupo con México, como ejemplo, que sigue un modelo dependiente de los países industrializados.
Para el BID, el hecho de que los precios de las materias primas sean en este momento altos, favorece la entrada de capitales a los países que siguen la misma tendencia que Brasil, mientras que el grupo encabezado por México comparte lazos “comerciales” más fuertes, en bienes y servicios, con los países más industrializados.
Según el BID las perspectivas de crecimiento para ambos grupos son “notablemente diferentes”, ya que el crecimiento promedio ha sido del 4.4 por ciento en el caso de Brasil y sus seguidores, mientras que sólo del 2.7 por ciento para México y su grupo de países.
En su esquema, los analistas del BID ubican en el grupo de Brasil a: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, además de Trinidad y Tobago.
Mientras que en el grupo mexicano se hallan todos los países centroamericanos y los caribeños, con excepción de Haití.
En realidad, el análisis del BID es puramente económico y deja fuera factores políticos importantes, por ejemplo que las economías del Sur del continente han estado trabajando en forma cercana con otros instrumentos económicos como el Mercosur, además de que la mayoría de los gobiernos en esa zona provienen de fuertes movimientos sociales que buscaron un cambio al modelo de desarrollo neoliberal.
Además, algunos de los países tienen afinidades ideológicas, aunque estén en distinto grupo, por ejemplo, Colombia, Chile, Perú y México, quienes comulgan más con las tendencias más liberales.
De hecho, el presidente de Perú, Alan García, en una entrevista publicada por el periódico El Tiempo, el pasado 27 de marzo, afirmó que su país, México, Colombia y Chile trabajan para crear un “nuevo grupo económico”.
En este contexto, sí se puede hablar de dos tendencias como apunta el BID, una que apuesta por la diversificación de los mercados, pero también por el fomento del mercado interno e interregional, la cual sin duda encabeza Brasil. La otra tendencia es más dependiente de las economías industrializadas, actualmente en crisis. Su dependencia de estos mercados los obliga a llevar a cabo más reformas privatizadoras ya que su enfoque principal es la exportación.
Los dos modelos compiten y no excluyen, pero en el terreno político sí se aprecian las diferencias, Brasil es un importante actor global mientras que México se ha apagado.