Los periodistas, blanco constante en Honduras
Joaquín Pérez Sánchez
Honduras es uno de los países del mundo donde más peligroso puede ser ejercer el periodismo, de hecho van 11 comunicadores muertos en lo que va de la gestión de Porfirio Lobo, quien asumió la presidencia tras el gobierno de facto que derrocó a Manuel Zelaya.
El periodista hondureño, Héctor Medina Polanco, perdió la vida tras ser baleado por un grupo armado el pasado 10 de mayo, en la localidad de Morazán. El periodista había recibido amenazas de muerte por su trabajo de investigación sobre actos de corrupción de la alcaldía de Morazán, además de reportar irregularidades en la tenencia de tierras que involucraba a “ganaderos” de la región, pero las autoridades no hicieron caso a sus denuncias.
La situación de la prensa en Honduras es muy grave, sobre todo desde el 28 de junio de 2009 cuando fue derrocado Zelaya. El año pasado fue el peor para los trabajadores de la prensa, según consta en distintos reportes humanitarios, por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tienen un recuento de 10 trabajadores de la prensa asesinados durante 2010.
Para las autoridades las agresiones a la prensa no son parte de una política institucional, sino casos de “delincuencia común”. Por ejemplo, el Fiscal General, Luis Alberto Rubí, al enfrentar los cuestionamientos por la precariedad en la materia, recomendó a los comunicadores que actúen “con prudencia” que no anden por lugares “oscuros y solitarios”.
Resulta inconcebible que siga la impunidad en Honduras y que los periodistas sean un blanco constante. El asesinato de Medina ocurrió en el “mes del periodista” en su país y en el año en que se está celebrando “la libertad de expresión” en el mundo entero.
No es posible que el presidente Lobo quiera que todos los países del continente reconozcan a su gobierno como legítimo, cuando ocurren hechos como este. De hecho, la organización no gubernamental: “Comité por la Libre Expresión”, denunció que en lo que va del 2011 se han registrado 40 casos de violaciones a la libertad de expresión.
Once periodistas asesinados en Honduras en menos de dos años. Hechos que ocurren a pesar de las denuncias, por ello, Honduras dista mucho de ser un país democrático, ya que no puede garantizar la vida de los trabajadores de la prensa.