Regino Díaz Redondo

Madrid.- En un caudal de fuertes declaraciones contra ETA y el gobierno socialista, Antonio Basagoiti, presidente del Partido Popular en el País Vasco, no oculta ni disimula su censura a los dos.

De la banda terrorista dice que “es un proyecto fanático, totalitario y fascista” y de José Luis Rodríguez Zapatero  que “segrega a España para salvar su sillón ejecutivo y con su política radical desea volver a la transición”.

Por eso “al presidente Rodríguez Zapatero le gusta llegar a acuerdos con formaciones nacionalistas y está dispuesto a la ruptura de España para llevarnos a un sistema económico y social absolutamente fracasado”.

Este líder del centro derecha vasco, apoya en el Parlamento de Euskadi al lehendakari [presidente del gobierno vasco] Patxi López, aunque no forme gobierno con él.

Gracias a ello, el Partido Socialista Obrero Español preside esa comunidad autónoma y, por ahora, señala, “seguiré respaldando a López siempre y cuando cumpla con el acuerdo que tenemos aunque su propio partido lo haya relegado en la concertación de algunos acuerdos con el Partido Nacionalista Vasco”.

Nacido en Madrid en 1969, es descendiente de importantes empresarios y banqueros vizcaínos. Su padre fue fundador de Iberdrola y del Banco Hispano Americano ahora Banco Santander Central Hispano.

“ETA debe pedir perdón por sus 50 años de crímenes cometidos y ponerse a disposición de la justicia. Todo lo demás son tretas y embustes”, recalca.

Golpea al Partido Nacionalista Vasco por el apoyo dado por ese partido a Rodríguez Zapatero, y afirma que este último instituto político quiere “montar a como dé lugar un escenario de independencia del conjunto de la nación española”.

Aunque inmediatamente después asegura que “es una formación democrática”.

Ni políticos ni militantes sociales lo tienen muy claro. La democracia debe abrirse paso como lo intentó la Segunda República derrotada por las fuerzas del Eje a las que se unió el Generalísimo al enviar soldados a pelear del brazo con Hitler a través de la conocida División Azul, cuya vigencia aún se manifiesta en una gran avenida de esta capital con el consentimiento del gobierno socialista.

 

De pronto Basagoiti lanza una par de frases poco escuchadas:

“El futuro de España va más por acuerdos entre populares y socialistas, entre izquierda y centro derecha. No con los nacionalistas que únicamente aceptan a los que piensan como ellos”.

Es evidente que tiene argumentos para sostener también que “el Partido Nacionalista Vasco  ayuda a que España no esté bien engrasada y le resta fuerzas como nación”.

Ya que “en el pacto que hizo con Rodríguez Zapatero se juntaron el hambre con las ganas de comer. El hambre de Urkullu (presidente del Partido Nacionalista Vasco) para seguir manteniendo una fuerza dentro de Euskadi y el apetito de Rodríguez Zapatero para salvar el pellejo y seguir en la Moncloa pese a que los españoles lo están reprobando cada vez más”.

Egoísta e irresponsable

Basagoiti, una persona con buena presencia, un poco estirado, está pendiente de todo. Móvil en mano, no deja de hablar y de mirar a todas partes. Su gente lo espera a un lado de la mesa donde se efectúa la entrevista. Sin duda es un hombre autosuficiente porque lo merece o se lo han hecho creer. Es lo mismo.

A partir de ahora y para que el lector no sufra con las apostillas de indicó, dijo, insistió, y demás, la entrevista se desarrollará tomando en cuenta que las frases y párrafos entrecomillados son literalmente las de él, sin el consabido apostillaje.

“Rodríguez Zapatero es una persona profundamente egoísta e irresponsable”.

Además, “nosotros no cuestionamos que llegue a un acuerdo de corte económico con el Partido Nacionalista Vasco. Cuestionamos que se juegue con las cosas fundamentales del país. Pero tenemos paciencia y la seguiremos teniendo, hasta que dejemos de tenerla”.

Convencido está de que “hay nubarrones en el panorama político vasco y dentro del gobierno del lehendakari. Tengo que exigirle a éste respeto a nuestros acuerdos. Por el momento vamos adelante”.

En lo que concierne a los etarras, este político, acusado a veces de manejar tesis posfranquistas, está seguro que “ETA busca oxígeno y nosotros tenemos que quitárselo para que no siga matando”.

El pos-zapaterismo comenzó en 2009

Deja fluir sus palabras, sus conceptos, sus opiniones con un timbre de voz firme de regular intensidad. “Es cierto, imprescindible, hacer reformas económicas y sociales. Lo que pasa es que el gobierno actual no tiene ninguna respetabilidad. Sube los sueldos a funcionarios y defiende las ayudas sociales, pero no dice cómo hay que pagarlas. Tenemos un mal gobierno y un mal presidente”.

Dentro de su lógica, Basagoiti explica que “la gente que va a la huelga o que se manifiesta tiene derecho a ello. Pero es que cinco millones  —algo menos— están en huelga obligatoria porque no tienen trabajo”.

Apenas toma un descanso para seguir:

“Si se consigue que ETA no llegue a tener concejales, ayuntamientos ni que se recupere u obtenga dinero a través de otras organizaciones que son sus brazos políticos, habremos llegado a su fin. Terminará la amenaza casi por completo. Pero hay que ser prudentes para no meter la pata en estos momentos”.

Llegó Bildu y todo lo echó a perder.

Siempre serio, este señor representante de la derecha moderada es muy explícito: “El gobierno socialista es muy poco fiable. Ha defendido políticas que van en contra del espíritu del Estado. Piensa mal de Rodríguez Zapatero y acertarás”.

—Entonces, ¿ha comenzado el poszapaterismo?

—Se inició desde el primero de marzo del 2009. Después, perdieron las elecciones en Galicia. Sólo se limita a unir a todos contra los Populares. Es capaz de hacer cualquier cosa para seguir con el mando. De ahí sus acuerdos con el Partido Nacionalista Vasco, el apoyo institucional, no sé si constitucional, a los partidos que puntualmente lo respaldan como lo hace también Coalición Canaria. No sólo quiere permanecer en el trono sino transformar en la sociedad y trasladarla a su ideología sectaria.

—¿Tiene algún comentario sobre los conceptos de derecha y de izquierda que, se dice, ya son obsoletos?

—Hay que actualizarlos. El problema es que en España se piensa que hay más gente de izquierda y arremeten contra el que no lo es porque el término es una marca exclusivista.

Concluye: “Aquí hace falta una regeneración política y otra económica. Los ciudadanos exigen cada vez más que les resuelvan los problemas y no andarse por las ramas como hace Rodríguez Zapatero”.