Empieza el forcejeo para formar gobierno en Cataluña
Los herederos del totalitarismo están de plácemes y los españoles a punto de meterse en enfrentamientos graves y hasta sangrientos.
Los herederos del totalitarismo están de plácemes y los españoles a punto de meterse en enfrentamientos graves y hasta sangrientos.
Como ya lleva este tiempo entre rejas es muy posible que pida la libertad y se la concedan.
El Tribunal superior decidió dejar en la cárcel al ex vicepresidente Oriol Junqueras y al ex consejero de Interior, Joaquim Forn, porque “hay riesgo de reiteración delictiva”, y pone en libertad a los otros seis funcionarios detenidos.
La declaración unilateral de independencia y de la república pudo lograrse después de las lágrimas de Marta Rovira “…no podemos recular… hasta los nuestros nos llamarían traidores… no podríamos volver a casa…”.
Todos los días nos amanecemos con “detalles” como los anteriores que han puesto en vilo a la sociedad española, más cabreada que nunca, por los malos manejos de quiénes la representan.
El problema se ha hecho endémico y la resolución, sea cual fuere, sólo puede evitar la violencia pero no el desasosiego de los separatistas que ya se dicen libres, con derecho a compartir un nuevo Estado dentro de la Unión Europea.
Un territorio que le permitió transgredir la ley en una sesión del Parlament que convirtió en escenario de violencia verbal y, en medio de irregularidades, aprobó un referéndum y la ley de transitoriedad jurídica violando las normas institucionales.
También el Parlament está cerrado porque forma parte de las medidas tomadas por el presidente Rajoy con el apoyo legal del artículo 155 de la Constitución.
Medidas draconianas contra el mesianismo
El Govern actúa de mala fe. Lo mismo que el inquilino de la Moncloa. Sus lugartenientes echan leña al fuego y se disputan el primer lugar de las incongruencias más exquisitas y repudiadas.
Puigdemont está convencido que no tiene respaldo internacional ni capacidad suficiente para controlar la economía regional, ya como país, y, mucho menos, las fronteras.
El President asegura que irá a cualquier reunión política que se le cite para resolver el problema que él y sus amigos del PP han creado.
Ya no hay marcha atrás: es imprescindible meterle mano a la Constitución del 78, actualizarla para resolver problemas similares y otros que se presentarán en el futuro.
A principios de semana, Felipe VI y don Mariano recibieron una carta de los secesionistas y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, en las que piden diálogo. Pero sin dar marcha atrás a la convocatoria para decidir.
El Govern “sólo obedece al Parlament, nueva legalidad de Cataluña…” expresa el president Carles Puigdemont, en un desafío a las normativas nacionales.
Esta institución es la representante oscura sin saber de dónde proviene sus ingresos, de la derecha más retórica.
La gente exige congruencia y acción
Basta ya de abrazos y llantos, el yijadismo hace los que quiere: desequilibrar, sembrar terror y que perdamos el tiempo en condolernos y lamernos las heridas.
Quizá los españoles del resto del país no se preocupen tanto pero, si triunfa el independentismo catalán, sufrirán consecuencias imposibles de remediar.
Es tal el número de noticias escandalosas y fatales sobre ese país que resulta molesto y hasta siembra la duda.