Calderón abusa en los medios con su “guerra”
Guillermo García Oropeza
(Primera de dos partes)
Alguien ha dicho que los generales suelen estar preparados para las guerras que ya pasaron y mucho me temo que algo similar le pasa a los políticos (incluyendo a los jerarcas religiosos) que no acaban de asimilar la revolución que la tecnología ha promovido en la Historia. Sólo unos cuantos genios han comprendido que, por una parte, la política hoy es de imagen y que la tecnología ha dado al electorado nuevos medios de crítica y protesta. El tema es muy amplio e importante pero quiero referirme a ciertos recientes ejemplos mexicanos que mucho me dicen sobre todo esto. Comenzaré con una peregrina declaración del cardenal Juan Sandoval que es una verdadera perla cuando afirmó que los males del mundo actual se debían a ese invento del diablo que es la internet, declaración que podemos encontrar ridícula pero que esconde el miedo del poder a una tecnología que no puede controlar y que puede ser un vehículo revolucionario de una sociedad que está harta de las estructuras del poder y de los medios que los sirven.
Y es que en este momento tanto la Iglesia como la mayoría de los políticos no captan del todo la revolución electrónica y la importancia de la imagen ante una sociedad que dejó de ser dócil y manejable tan fácilmente como era en el pasado. Los ejemplos mundiales desde la primavera árabe hasta los movimientos contra el capitalismo salvaje o el autoritarismo de Putin podrían multiplicarse, pero volviendo a México me quiero referir a un creciente nerviosismo ante un Calderón que, desesperado ante la perspectiva de que la derecha pierda el poder, caiga en la tentación de anular las elecciones del año próximo con algún pretexto que le dé su “guerra”, y si bien este tema sólo se menciona fugazmente en la prensa y ciertamente no en la televisión, en la comunicación ciudadana a través de la internet los mensajes de alarma se hacen cada vez más frecuentes de acuerdo con mi experiencia. Calderón, por otra parte, ha abusado en los medios con el tema de su guerra creando, paradójicamente, un efecto contrario al que quería causar ya que no ha podido resolver las contradicciones entre su campaña mediática y la realidad, y así no podemos comprender cómo si al mismo tiempo todos los días el gobierno se apunta espectaculares victorias sobre el narco, éste mismo en su natal Michoacán le eche a perder la fiestecita, a no ser que todo estuviera fríamente calculado para dar un pretexto para intervenir en su gran golpe contra la democracia. Habrá que ver.
