CELAC, importante paso político

Joaquín Pérez Sánchez

Pese a sus diferencias, las naciones que conforman América Latina, decidieron dar un importante paso político en la búsqueda de soluciones propias a sus problemas, haciendo a un lado la tutela de Estados Unidos. Conformada la Comunidad de Estados Americanos y del Caribe (CELAC), nace en el continente un nuevo organismo regional que hace contrapeso a la hegemonía estadunidense.

Presidentes de 33 naciones de América Latina, se reunieron el 3 y 4 de diciembre pasado en Caracas, capital de Venezuela, para suscribir la “Declaración de Caracas” que oficializa la CELAC, organismo que buscará priorizar la cooperación y la integración de la región, la solución de los conflictos políticos y los problemas comunes, pero sin la presencia de Estados Unidos y Canadá.

El hecho es de un significado político “histórico”, tal como lo calificó el presidente anfitrión, Hugo Chávez, ya que esta vez las naciones latinoamericanas decidieron por unanimidad conformar este organismo regional sin la presencia de Estados Unidos, impulsando la independencia de las naciones latinoamericanas y desplazando en los hechos el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Por el momento la CELAC no sustituirá a la OEA, foro en el que Estados Unidos lleva la voz cantante, pero si el nuevo organismo funciona como es de esperarse, en el corto plazo se convertirá en la instancia donde los países de América Latina resuelvan sus problemas sin la injerencia de la potencia mundial.

En otro contexto, la conformación de la CELAC es oportuna, ya que el sistema económico mundial hace agua y tanto Estados Unidos como las naciones de la Comunidad Europea, atraviesan por una fuerte crisis en la que priorizan sus intereses. Por ello, el hecho de que un bloque regional como la CELAC decida actuar en conjunto, representa una ventaja y a la vez una medida de seguridad para blindarse ante la crisis.

El camino para hacer funcional la CELAC evidentemente no será fácil y así lo advierte la propia Declaración de Caracas: “que la CELAC avance en el proceso de integración política, económica, social y cultural haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad de nuestros pueblos”.

Por lo pronto este organismo estará dirigido por una “troika”, integrada por representantes de Cuba, Venezuela y Chile y será presidida este año por el mandatario de ésta última nación, Sebastián Piñera, quien será el anfitrión de la plenaria del año próximo.

Cuba es uno de los componentes esenciales en este nuevo escenario, por eso el bloqueo económico contra la isla fue uno de los pronunciamientos primarios de la CELAC.

Todo mundo sabe que existen diferencias ideológicas importantes en el seno de la CELAC, pero por eso mismo llama la atención que exista unidad de criterio para hacer a un lado éstas y enfocarse en las coincidencias que son mayores y que tienen que ver con la supervivencia de América Latina.