La más alta de nuestra historia

Magdalena Galindo

La propaganda política que pretende adjudicar un conjunto de logros al gobierno de Felipe Calderón no sólo cae en la exageración o la verdad a medias, propia de los tiempos electorales, sino que miente abiertamente cuando afirma que ha reducido la deuda externa del país.

En lo que toca al gobierno de Vicente Fox, en efecto se le dio prioridad al pago de la deuda externa, por encima de los objetivos nacionales, de modo que, aunque la economía prácticamente se paralizó durante todo el sexenio, hubo una reducción en el saldo de la deuda, que se situó entonces en 54 mil 766.3 millones de dólares. Saldo que, hay que aclarar, no registraba el aumento acelerado de los llamados Pidiregas, que, como son contratos firmados en primera instancia por la iniciativa privada, que después asume el gobierno federal o la paraestatal involucrada (por lo general Pemex o CFE), no aparecen en los reportes de deuda pública. Por lo tanto la disminución en aquel momento es un tanto ficticia

Pero una vez que Calderón llegó al poder, la deuda ha aumentado aceleradamente, pues al término de 2011 alcanzó un saldo de nada menos que 113 mil 867.6 millones de dólares, es decir un incremento de 59 mil 100 millones de dólares, o sea que se duplicó en sólo cinco años: es decir, creció 106 por ciento.

Y aquí también hay un ocultamiento del verdadero saldo de la deuda externa, porque una de las estrategias ha consistido en colocar bonos y cetes en el mercado interno, con una tasa de interés que resulte atractiva para los inversionistas extranjeros. Y, en efecto, éstos han acudido al mercado financiero mexicano, porque aquí obtienen una mayor ganancia que en sus propios países.

Así, la semana pasada el Banco de México informó que sólo en enero de este año ingresaron al país 5 mil millones de dólares para comprar bonos del gobierno, de manera que el saldo de valores gubernamentales en poder de extranjeros llegó a un récord histórico, ya que sumó casi 80 mil millones de dólares.

Aunque los Cetes y los Bondes se venden en el mercado mexicano y por lo tanto se contabilizan como deuda interna, como esa enorme proporción está en manos de extranjeros, constituye en los hechos una deuda externa, de modo que a los 113 mil 867.6 millones hay que sumar los 80 mil millones que también se deben al exterior, lo que hace un total de 193 mil millones de dólares de deuda externa del gobierno federal. Se trata de una suma sin precedentes. Por eso habría que señalar que la propuesta, por cierto del PAN, de que se castigue con cárcel a los gobernadores que endeuden excesivamente a sus estados, tendría que aplicarse en primer lugar al gobierno federal que ha endeudado como nunca antes al país.