Ignacio Trejo Fuentes

Me entero de que Arturo J. Flores publicó el libro Cuentos de hadas para no dormir (2009) y otros relatos y poemas firmados con pseudónimo, pero lo leí por vez primera en Como una sombra vil (macabras fantasías de muy altos decibeles), y me llevé una grata sorpresa: puedo decir que es de los narradores jóvenes más originales (aunque sé del peligro que el calificativo conlleva).

Las de Arturo son narraciones poco convencionales, van de lo onírico a lo terrorífico, de la ficción científica al absurdo, y todas están cargadas de un humor más que ácido y de un erotismo de rasgos singulares. Para ejemplificar remito a “La hermana de Prometeo”, porque sintetiza los temas obsesivos del autor: Lizbeth ha permanecido milenios encerrada, y vigilada por una arpía que devora a los hombres que intentan liberarla. El protagonista-narrador, que se suma a quienes quieren rescatarla del infierno, describe minuciosamente los delirios de ella y las carnicerías ejecutadas por la bestia: sencillamente sensacional.

En otras historias el autor nos enfrenta a hombres que se convierten en perros, a ratas que descienden del cielo para convivir con un humano: aterradoras. Una me impactó profundamente, “Las hijas de Dios también son dj’s”, en la que una bella chica suele frecuentar discotecas y “antros” en busca de jóvenes casi tan bellas como ella; al hallarlas las seduce y luego las desecha, golpeándolas y, a veces, asesinándolas. Se trata de una lesbiana perturbada e impune: no había leído algo parecido.

Los cuentos de Arturo J. Flores remiten a Kafka, a los surrealistas, a Cortázar, aunque es indiscutible que tienen un tono muy personal, de ahí mi opinión de que son muy originales.

Si bien el lenguaje utilizado por el escritor suele ser directo, se permite algunos arrebatos líricos, construye frases extrañas y contundentes. Y en cuanto a las estructuras, son de lo más variado, de acuerdo a las necesidades temáticas.

Lo que llama la atención es que si bien Flores cuenta cosas extrañas y extraordinarias, no trata de darles explicación: le parecen naturales y de esa forma nos las hace llegar: somos nosotros quienes nos inquietamos y caemos en la tentación de darles sentido, de tratar de explicarlas. Mas sugiero que aceptemos la idea del autor y las leamos sin reparos, en forma tan natural como son expuestas.
Arturo J. Flores es egresado de la carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam, y se agrega a los periodistas surgidos de esa Facultad que se convirtieron en escritores de ficción o de poesía o de ensayo, como Ángeles Mastretta, David Martín del Campo, José Buil, Hortensia Moreno, Salvador Mendiola, Gustavo García, Andrés de Luna, Emiliano Pérez Cruz, Josefina Estrada, Víctor M. Navarro, Alejandro de la Garza, Hortensia Moreno, Arnulfo Rubio, Lucía Rivadeneyra, Arturo Trejo Villafuerte, yo mismo… ¡Uf! Y es jefe de redacción, siendo tan joven, de Playboy México.

Arturo J. Flores, Como una sombra vil (macabras fantasías de muy altos decibeles).
Instituto Mexiquense de Cultura (Biblioteca Mexiquense del Bicentenario), Toluca, México, 2011; 93 pp.