Joaquín Pérez Sánchez

El Fondo Monetario Internacional (FMI) raya ya en el cinismo o la locura, al proponer medidas deshumanizantes y cínicas, que sólo benefician al capital financiero, sobre todo en el tema de las jubilaciones. La entidad internacional considera un “riesgo financiero” el vivir más, por lo que propone aumentar la edad jubilatoria y recortar las pensiones.

En un documento denominado “Informe sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR), abril de 2012”,  el organismo financiero internacional que dirige Christine Lagarde, asegura que “vivir hoy es un hecho positivo”, pero que “acarrea costos financieros” muy grandes para los gobiernos, las empresas y los particulares que carecen de prestaciones jubilatorias garantizadas.

“El riesgo de la longevidad”  es un tema que exige mucha atención, ya que impacta financieramente y las “medidas eficaces de mitigación tardan años en dar fruto”, precisa el FMI al proponer “combinar aumentos de la edad de jubilación (obligatoria o voluntaria) y de las contribuciones a los planes de jubilación, con recortes de las prestaciones futuras”.
Además, el organismo financiero internacional propone que los gobiernos recurran a los “mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo”.

Sin duda se le olvida al Fondo que la mayoría de países ya lleva varios años transfiriendo las pensiones a entidades privadas que, en mayor o menor grado, han dilapidado los ahorros de miles de personas en la “ruleta rusa” de los fondos de riesgo que se “juegan” en las Bolsas de Valores.

El FMI tampoco toma en cuenta los alarmantes índices de desempleo que existen en la actualidad y que, con un aumento en la edad de jubilación, seguramente se incrementarán.La jubilación y la pensión fueron creadas con base en un principio ético de solidaridad, donde las generaciones de trabajadores que han cumplido un cierto número de años (de servicio o de edad), pueden retirarse, mientras las nuevas generaciones soportan el costo de lo que en el futuro ellos alcanzarán.

Sin embargo, ahora todo principio humanístico ha desaparecido y la jubilación y el retiro sólo se ve como un “riesgo financiero” o una “oportunidad” para la especulación, en un esquema netamente depredatorio.

Con su propuesta, el FMI propone que trabajemos hasta que estemos listos para retirarnos y no costar mucho, es decir la muerte, además tenemos que ahorrar al máximo si queremos incrementar algo nuestro monto de retiro y por si fuera poco nos advierte que si no arriesgamos en los instrumentos de los que “tiene la capacidad para gestionarlos”, la jubilación y el retiro se reducirán al mínimo.En este contexto, se entiende el porqué cada vez más el FMI  pierde adeptos entre los gobiernos que buscan disminuir la brecha entre ricos y pobres. Propuestas tan descarnadas y cínicas no pueden ser la solución para los problemas actuales, al menos no para América Latina.