Joaquín Pérez Sánchez

Cuba forma parte ya del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entidad que se encuentra en proceso de reforma y que busca reorientar sus actividades básicas. En materia de salud, la isla caribeña siempre se ha mantenido en un lugar destacado, pese a la continuidad del bloqueo económico que le impone Estados Unidos, por lo tanto su experiencia será de gran ayuda en el organismo mundial.

Durante la reunión número 131 de la OMS que se llevó a cabo entre el 21 y el 26 de mayo en Ginebra, Suiza, Cuba fue electa, junto con México, Ecuador, Panamá, Barbados y Estados Unidos, para representar a la región de las Américas en el Consejo Ejecutivo de ese organismo, durante los próximos tres años.

Cuba tiene una larga trayectoria en avances e innovaciones en el área de la salud, de hecho, la industria farmacéutica cubana se ha convertido en uno de los componentes destacados que impulsan la economía cubana.

Los avances y las innovaciones cubanas en las áreas de genética y biotecnología han trascendido sus fronteras y han podido ser conocidas y utilizadas en otros países, a pesar del férreo bloqueo que mantiene Estados Unidos.

Vacunas y medicamentos para tratamientos de diabéticos, cáncer de pulmón y el sida, son algunos de los avances que colocan a la medicina cubana en los primeros lugares de desarrollo, además de su sistema de salud que, pese a las carencias económicas, mantiene a la isla en primer lugar en América Latina.

Con el ingreso de Cuba al Consejo Ejecutivo de la OMS, el proceso de reforma que lleva a cabo ese organismo, sin duda se verá beneficiado y por lo tanto reforzará la dura tarea que tiene esa entidad para lograr mejores resultados sanitarios en nivel mundial.

Ojalá que el ingreso de Cuba, al trabajar en conjunto con Estados Unidos y otros países de la región, proyecte también nuevas perspectivas y formas de trabajo que sirvan de ejemplo para debilitar las posiciones radicales que buscan continuar con el bloqueo a la isla.

Ya es tiempo de que los profesionales de la salud de esta región del mundo, se pongan a trabajar en conjunto para buscar soluciones a los graves problemas de salud que nos afectan, sobre todo los que tienen que ver con los malos hábitos alimenticios y con la falta de control sobre las empresas que se dedican a producir y vender productos de bajo valor nutricional.