Noticiarios anodinos, tendenciosos, aburridos, oscuros y contaminantes

Regino Díaz Redondo

Madrid.- La radio y televisión pública españolas acaban de ser invadidas por una plaga de nostálgicos goebbelianos que terminaron con la pluralidad informativa, echaron a los mejores periodistas y trabajadores especializados y sustituyeron espacios plurales e independientes, por noticias del régimen al servicio de un gobierno azulón, que en siete meses ennegrece y da la espalda a los comentaristas imparciales.

Pensamiento único

Cierra la puerta a la libre expresión y nos agobia con las imágenes de los representantes del imperio del pensamiento único. La imagen del presidente del gobierno aparece continuamente en los canales Uno, Dos y 24 Horas mientras se oculta la realidad social, manipulan datos y se orienta en forma vertical dentro de una creciente monotonía.

Este acontecimiento insólito, censurado  por todos los medios serios del resto de continente, pasa aquí casi inadvertido. El dinero de los ciudadanos que costean al ente se destina a propagar información sesgada. Poco es rescatable.

Periodistas de la talla de Ana Pastor, Juan Ramón Lucas, Xavier Trías y decenas más, fueron despedidos mediante una llamada telefónica. Era de esperarse y lo anunciamos en Siempre! hace ya más de seis meses.

Dos señores, Echenique y Samoano, son los ejecutores del plan  elaborado por el Partido Popular y sobre todo para satisfacción de algunos de sus más distinguidos militantes como son Esperanza Aguirre, Dolores de Cospedal y la inefable alcaldesa Ana Botella. Son las Juana de Arco autóctonas que tendrán también su estatua y su final.

(Pasa por aquí. Es Antonio Machado y recuerdo “…españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas te ha de helar el corazón…”)

Golpe de mano

Los noticiarios vivos, pletóricos de salud y equilibrados, se vuelven anodinos, tendenciosos, aburridos, oscuros y contaminantes. El espectro informativo se reduce y muchos aconteceres diarios de importancia se quedan en los archivos de sus actuales dueños.

Ocho años de televisión pública que buscó independencia de criterios, admitió a tertulianos de derecha e izquierda y dio voz a los que no la tienen, terminó sus andares.

Por eso, ya no es necesaria su presencia. Que se comercialice o se privatice definitivamente RTVE porque ya no tiene razón de ser su presencia. Se dio un golpe de mano de graves consecuencias contra la libertad de expresión y la circulación de las ideas. El futuro evidenciará esta praxis que se une a la ya habitual conducta hegemónica del actual gobierno.

Como están las cosas, el ejemplo mexicano puede copiarse. ¿Para qué queremos allá televisión pública si tenemos a dos grandes cadenas que se encarga de coordinar la información que llega a los ciudadanos? Imitar esta situación sería lo más apropiado para los actuales dirigentes de la televisión de todos.

El desgobierno de este gobierno que intenta gobernar con criterios verticales, está aquí. Se ampara en una democracia en la que no cree, pero de la que saca provecho en todo momento.

La rapidez con la que se han tomado múltiples medidas de rasgos totalitarios empieza a hacer mella en la opinión pública que cada vez se muestra más irritada y lo expresa continuamente.

Un ejemplo significativo de cómo se enconcha el régimen es el cierre al tránsito de automóviles de la calle donde está el Congreso de los Diputados “para evitar que los desmanes de los que protestan puedan perjudicar el libre desarrollo de las actividades de los diputados”, dicen los ministros del Interior y de Justicia, Fernández y Ruiz Gallardón. Es la punta del iceberg.

La pobreza informativa no resolverá los graves problemas que tiene el país. La política adoptada por Mariano Rajoy no ha dado ningún buen resultado y, por el contrario, aumenta la desconfianza en nuestras instituciones.

A juzgar por la desilusión que embarga a millones de personas, ¿sería capaz el gobierno de citar a elecciones generales para ratificar su tan cacareada mayoría absoluta obtenida en noviembre pasado?

Si España, que es la quinta economía europea, se encuentra en tan difícil situación, ¿qué podemos decir de Grecia que acaba de suplicar a la Unión Europea un plazo de dos años más para cumplir con los requerimientos de la troika?

Salimos de un agosto supercaliente y comenzamos septiembre sin muchas esperanzas. Parece que todo sigue igual en la cúpula del Eurogrupo. Angela Merkel ya respondió al primer ministro griego con una negativa y le exige que cumpla a rajatabla con sus compromisos, no obstante la evidencia de que será imposible hacerlo.

Se tambalea el proyecto europeo

Ahora, más que nunca, Grecia está a punto de salir del euro. Los esfuerzos de sus políticos de todos los signos y la resignación de su pueblo, tan fustigado, no han servido para nada. Los intereses multinacionales que han puesto muchas cataplasmas a la herida, empiezan a retirarlas y a endurecerse aún más.

El gran proyecto europeo, único en la historia de este continente, se tambalea por no decir que ya rueda por los suelos y recibe puntapiés a diestra y siniestra.

Si una sociedad peligra es porque empezó a quebrarse el principio de libertad de expresión. Y eso es evidente en esta nación. El contagio puede alcanzar a otros países con las gravísimas consecuencias que traería para la salud económica y social de Europa.

Es necesario hacer hincapié en lo perjudicial que resulta herir a la política informativa.

El Canal 24 Horas, otrora interesante diverso y crítico con amplia cobertura nacional y extranjera, se va transformando en una máquina repetidora de boletines oficiales en donde la frase “es por el bien de los españoles” de Rajoy, se repite machaconamente sin que nadie lo crea ya.

Es un estribillo que aturde y hace sonreír con tristeza. El presidente, que ha suavizado el tono de su voz y se muestra paternalista, da señales de inseguridad cada vez que participa en ruedas de prensa, escasas por cierto.

Sus palabras son siempre las mismas: “Estamos esperando a conocer lo que digan la Unión Europea o el BCE para analizarlo y tomar una decisión”, y así continuamente da muestras de ser un discípulo obediente y aplicado y ayuno de iniciativas propias.

Son las lindezas de la democracia rajoniana.

Volvemos a Urdací, el icono ejecutor de la TV de José María Aznar, que vistió de etarras a los yijadistas del atentado al Metro en 2004.

Fuera máscaras

Hay programas como Intereconomía que aventaja al No-Do franquista y es émulo del macartismo estadunidense.

Los periódicos de derecha ya se despachan con la cuchara grande. Dan rienda suelta y pública a los rencores acumulados en los últimos años. Ya no se miden y su tendencia se ha radicalizado al extremo de tachar de subversivos y enemigos de la patria a todos los que no están de acuerdo con las medidas draconianas del actual sistema de gobierno.

Fuera máscaras, hay que recuperar el terreno perdido y volver al nacionalismo ramplón. Se impulsa a la España “de charanga y pandereta” para ocultar la mala directriz oficial en nuestra economía. Vengan fiestas, toros, vino y castañuelas para que el yugo y las flechas tomen posesión del país.

¡Enfermos estamos!