Joaquín Pérez Sánchez

Mientras el gobierno de Estados Unidos sigue presionando a Rusia para que le entregue al ex analista de inteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, el gobierno brasileño busca que Naciones Unidas intervenga y se convierta en el gestor de la Internet, para evitar la concentración del poder sobre la red que actualmente tiene Estados Unidos.

Pese a que Snowden se encuentra en el “limbo”, tras más de tres semanas inmovilizado en el aeropuerto Sheremetyevo, en Moscú, luego de serle revocado su pasaporte y emitido una orden de aprehensión por espionaje, por parte del gobierno estadounidense, el joven de 30 años ha seguido filtrando información sobre los métodos de espionaje electrónico de Estados Unidos, la cual produce estragos en las relaciones diplomáticas y pone contra las cuerdas al gobierno norteamericano.

Precisamente, con base en revelaciones hechas por Snowden, los diarios O Globo y The Guardian dieron a conocer que, durante la “última década” personas y empresas en Brasil fueron espiadas, hecho que provocó un inmediato “pedido de explicaciones”. Al igual que Brasil, también se conocieron otros casos, incluso de “gobiernos amigos”, como Alemania, donde el escándalo contamina ahora también las elecciones.

Brasil, que vive difíciles momentos por las protestas sociales, reaccionó de inmediato y la presidenta Dilma Rousseff, anunció que llevaría el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDH-ONU). Además, el gobierno brasileño informó también que estudia modificaciones legales que obliguen a las empresas multinacionales que ofrecen acceso y servicios en la web, para que almacenen sus datos en Brasil y no en el exterior, lo cual también implica inversiones en infraestructura para sus redes locales.

Es evidente que los países de América Latina tienen que invertir en infraestructura y emitir leyes que ofrezcan seguridad y respeto a los derechos básicos de los usuarios, incluida su privacidad.

En este momento, tal y como lo expresó el Ministro de Comunicaciones brasileño, Paulo Bernardo Silva, la vulnerabilidad de los datos transmitidos por los brasileños en Internet es muy alta ya que, además de la «colosal» concentración de las centrales de las empresas de Internet en Estados Unidos, la mayoría de las transmisiones brasileñas pasa por servidores estadounidenses.

Además, agregó, “hoy los computadores centrales de Internet están todos en el hemisferio norte: diez en Estados Unidos, dos en Europa y uno en Japón. Cada respuesta que pedimos en la red demora algunos milisegundos porque la información va hasta allí y regresa. Sin contar que la Internet no es gratuita y que pagamos por el tránsito de informaciones que va hasta Estados Unidos».

Cabe recordar que eso no sucede sólo en Brasil, sino en casi todo el mundo, por ello la postura brasileña de buscar en la ONU una gestión multilateral es acertada, pese a que el organismo mundial tradicionalmente ha seguido los dictados estadounidenses.

Por lo pronto, el gobierno brasileño busca una solución multilateral, a un problema de difícil solución que seguirá dando de qué hablar, ya que Snowden deja ver que tiene mucha y muy importante información y hasta el momento se aprecia hábil para manejar el “timing” político.